La calma en los mercados en la apertura del martes refleja el impacto de las últimas medidas financieras. Principalmente se anunció una licitación de 500 millones de dólares en el mercado, la decisión del Banco Central de salir a vender masivamente divisas para parar la corrida y la suba de la tasa de política monetaria al 45% anual hasta octubre.
En cambio, desactivar la “bomba de las Lebac” abriendo las puertas a que esos fondos se transformen en divisas o en activos dolarizados no soluciona nada porque activa la bomba de la deuda externa. Si bien las autoridades afirman que las reservas son suficientes, debe tenerse en cuenta que ya retrocedieron prácticamente al nivel que tenían antes del ingreso del crédito del FMI al Banco Central. La nueva estrategia de parar la corrida con ventas de divisas manteniendo abierto todo el mercado financiero parece llamada a agravar la situación.
Además, debe tenerse en cuenta que desde los sectores productivos del agro y de la industria se planteaba ya que la tasa de 40% los ponía en crisis y que debía comenzar a bajar rápidamente. Ahora se anunció una nueva suba y que se prolongará este nivel en el tiempo hasta octubre.
Cabe por ende esperar la profundización de la caída de la actividad económica. La fuerte recesión está llamada a provocar una baja de la recaudación que puede agravar la situación fiscal más allá de los ajustes que se están implementando.