“Desde la sanción de la nueva Ley de Riesgos del Trabajo, a comienzos de 2017, se sucedieron una serie de fallos judiciales que fueron avalando dos aspectos fundamentales de la misma: la constitucionalidad de las Comisiones Médicas (CCMM), que constituyen el paso previo y obligatorio para determinar una incapacidad o zanjar cualquier divergencia, y la efectiva utilización del Baremo, que es la Tabla de Evaluación de Incapacidades, el instrumento mediante el cual se objetivan los daños permanentes producto de un accidente de trabajo o enfermedad profesional”, destacaron desde la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART).
El más reciente de estos fallos proviene de la Suprema Corte de Mendoza que, en una sentencia dictada en el caso González Juan José c/ Asociart, resolvió la aplicación adecuada del Baremo de Ley. En dicho caso, además de desestimar la incapacidad psicológica solicitada, la Corte reduce el porcentaje de incapacidad determinado en la pericia oficial del 44% al 11,7% y ordena la aplicación correcta del RIPTE siguiendo el fallo Espósito de la CSJN. Finalmente, condena al actor al pago de las costas. La relevancia de este caso está dada por el hecho de que, en la provincia de Mendoza, los fallos de su Máximo Tribunal hacen casación y son de aplicación obligatoria para los tribunales de todo su territorio.
UART consideró que, tras la sanción de la Ley en febrero de 2017, le siguieron a lo largo de todo el año diferentes hechos que van consolidando la reforma como, por ejemplo, la adhesión por parte de diez provincias que concentraban el 85% de la litigiosidad, la baja en la litigiosidad a lo largo de todo el segundo semestre de 2017, y el surgimiento de una renovada jurisprudencia en la mayoría de las Salas que conforman la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo (CNAT).
Respecto de la cantidad de demandas, el segundo semestre de 2017 mostró una baja del 14% en total de juicios ingresados respecto de 2016, considerando todo el país. La misma fue impulsada principalmente por la disminución en la Ciudad de Buenos Aires (caída del 42%) y en Córdoba (caída del 28%), incluso contrabalanceado por el aumento en la provincia de Buenos Aires, que alcanzó el 70% para ese período.
En cuanto a las sentencias emanadas durante este primer año, varias salas de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo se expidieron de manera favorable en referencia a las dos cuestiones ya mencionadas, ambas fundamentales de la nueva Ley. Respecto de la constitucionalidad de las Comisiones Médicas se expresaron favorablemente el Procurador General del Trabajo, en el dictamen para el caso Burghi y las Salas I, II, IV, y más recientemente la Sala X (caso Medina). Según UART, en todos estos pronunciamientos se avaló la constitucionalidad de este nuevo procedimiento ante las Comisiones Médicas como mecanismo de solución de conflictos previo al paso de la instancia judicial, sin costos de intermediación para el trabajador.
Por otro lado, relacionada con la aplicación del Baremo de Ley, se evidenció la aceptación de gran parte de las salas que la componen (las salas II, IV, VI, VII y X). Comenzando con el caso Fedelle, la consideraron como herramienta exclusiva y apropiada para la determinación del alcance de los daños sufridos por los trabajadores. Resaltaron su solvencia técnica y las ventajas que representa la unificación de criterios para evitar las asimetrías y arbitrariedades que podría generar la carencia de un parámetro unificador, pero que a la vez permite la adecuación de la cuantificación del daño a cada caso concreto a través de la utilización de los factores de ponderación.
“Estos avances aumentan y consolidan nuestra expectativa de acotar el peso de la litigiosidad que se cierne sobre este sistema que hoy protege a 10 millones de trabajadores. Sin embargo, aunque vamos por el camino correcto, queda pendiente como tema a resolver la constitución de los cuerpos médicos periciales en el ámbito de la Justicia Laboral y que los mismos utilicen el Baremo como parámetro de referencia a la hora de ponderar los grados de incapacidad. En este sentido, dada la concentración de casos en la Ciudad de Buenos Aires y en provincia de Buenos Aires (entre ambas jurisdicciones el 65%), adquiere fundamental importancia no sólo para la valuación del stock de juicios abiertos, sino también para el flujo de casos post ley”, señalaron las aseguradoras.