Una forma en que las aseguradoras transfieren riesgos es a través de la contratación de reaseguros. El reaseguro puede tener varios objetivos, pero principalmente brinda protección contra el riesgo de suscripción de pólizas. En este caso, la aseguradora cedente reduce el riesgo de suscripción, pero a la vez asume otros riesgos como el riesgo de crédito, el operativo. Por otro lado, el reasegurador también adquiere riesgos (no solo por la parte cedida por la aseguradora) financieros- temporales, operativos y de crédito.
La diversificación geográfica de riesgos, fuera de las fronteras, para ramos que cubran catástrofes, por ejemplo, puede ser un factor muy importante al momento de buscar estabilidad financiera. Pero, por otra parte, pueden existir limitaciones a las transferencias de riesgos al exterior que también se deben contemplar en el plan de reaseguro que diagrame la aseguradora. Por eso, es importante evaluar las distintas alternativas de reaseguros.
Todos estos riesgos son muy importantes a la hora de armar un programa estratégico de reaseguros. Luego este programa debe ser evaluado y monitoreado para que no sufra desvíos.
Planificación del programa de transferencias de riesgos
El objetivo principal de la planificación es evaluar la necesidad y la suficiencia del programa de reaseguro de manera que resulte efectivo.
En este punto se deben tener en cuenta los objetivos que se hayan planteado desde las estrategias comerciales, el nivel de capital requerido y los desarrollos de negocios que se den conjuntamente entre ramos. Todo esto con particular referencia a la determinación del apetito al riesgo: planteando los límites de retención bruta y neta, los niveles de exposición máxima y la posible estacionalidad del ramo y el nivel de riesgo de crédito que está asumiendo con la/las reaseguradora/s con la que opere.
El plan puede iniciarse determinando:
– Las necesidades de la entidad en función del plan de negocio.
– La estrategia y el programa más adecuado.
– El impacto económico y financiero que se espera del programa de reaseguro.
La aseguradora también podría estar aplicando una minuciosa estrategia comercial y decidir retener toda la cartera. En esa situación, el programa de reaseguros será muy acotado y deberá soportarlo con un control más amplio en el proceso de suscripción.
Determinación de puntos de control
La alta gerencia debe ser quien determina la estrategia de la gestión de riesgos y debe establecer los sistemas y controles que garanticen el cumplimiento del mismo. En consecuencia, el control interno deberá realizar revisiones periódicas del desempeño del programa de reaseguros, tal que funcione dentro de lo previsto y continúe cumpliendo los objetivos planteados.
Detalle de puntos críticos de control:
– Verificar que los límites y pautas de los contratos reflejen el tamaño de la aseguradora.
– Diseñar procedimientos para monitorear los cumplimientos de los límites determinados en el programa de reaseguro.
– Plantear la posibilidad de generar contratos facultativos. Generar para esto un procedimiento específico para aprobar, monitorear y validar la conveniencia de seguir con el contrato, así como que la colocación del riesgo no exceda la capacidad de la aseguradora.
– Las cuentas contables deben estar ajustadas de manera oportuna y ser completas y las liquidaciones deben realizarse según se establezca en cada contrato de reaseguros.
Riesgos
El programa de reaseguros es una herramienta importante para las aseguradoras, ya que les permite transferir riesgos y reducir su exposición a pérdidas. Sin embargo, también existen riesgos asociados a la contratación de reaseguros que es importante considerar, como el riesgo de crédito, riesgo de liquidez, el impacto económico y el nivel de retención.
Evaluar a las reaseguradoras en cuanto al riesgo de crédito
La cedente debe evaluar el apetito a riesgo del reasegurador, ya que las reaseguradoras pueden enfrentarse a problemas de liquidez que lleven a retrasos en los pagos o hasta incumplimientos. Esto afectará de manera crucial a la aseguradora cedente.
Independientemente de tener en cuenta la clasificación que tenga la reaseguradora como “lista pre-aprobada de reaseguradoras”, las aseguradoras podrán definir criterios para delimitar este riesgo como, por ejemplo, definiendo un límite de riesgos cedidos a un solo reasegurador y evaluar la situación financiera y el historial de pagos de las reaseguradoras, podrán monitorear los recuperos y las retenciones de fondos del reasegurador.
También las aseguradoras pueden basarse en opiniones externas, el nivel de capital mínimo requerido para esa reaseguradora, experiencias previas con ese reasegurador, niveles de retrocesión, criterios de seguridad de los corredores o brokers de reaseguros, o bien la ponderación de todos estos factores.
Cuando se contratan reaseguros en el exterior, las aseguradoras podrían basarse en supervisiones realizadas en la jurisdicción de la reaseguradora. En estos casos, resulta necesario conocer los criterios de supervisión de dicha jurisdicción. No obstante, no sería recomendable basarse en un solo criterio para seleccionar a la reaseguradora.
Evaluar el riesgo de liquidez: gestión de liquidez
En general, dados los flujos de efectivo que se manejan en las compañías de seguros, el riesgo de liquidez no fue considerado como muy importante en el sector de seguros. Sin embargo, podrían surgir problemas en la cedente si el programa de reaseguros no fuera el adecuado.
En el programa de reaseguros, las aseguradoras pueden tomar medidas para gestionar su riesgo de liquidez. Por ejemplo, incorporar determinadas cláusulas que activen el pago acelerado de los montos adeudados por el/los reasegurador/es en caso de un siniestro importante o el uso de las cuentas corrientes para acceder más rápido a los fondos.
Otros problemas pueden surgir de disparadores externos. Un ejemplo podría ser la pandemia del COVID-19 o situaciones provenientes del mercado de capitales.
Evaluar el riesgo externo por impacto económico
Las aseguradoras pueden medir y determinar el impacto económico que resulta de la transferencia de riesgos proveniente de contratos de reaseguros.
Tanto para la aseguradora como para el ente que supervisa, debe quedar en claro que en los contratos que se firman con las reaseguradoras existe esencialmente transferencia de riesgo. Es decir, el grado de transferencia de riesgos en sentido económico.
En general, un contrato debe ser considerado de préstamo o depósito si, durante su desarrollo, el asegurador tiene la obligación incondicional de indemnizar al reasegurador por los saldos negativos que puedan surgir de la relación contractual. Esta característica no da lugar a la transferencia del riesgo. Todos los pasivos del asegurador cedente deben depender de los ingresos del negocio de seguros subyacente.
Es en este punto donde el supervisor puede evaluar el impacto que los contratos de reaseguro de la aseguradora tienen sobre el nivel de capital. Esto se relaciona con el cálculo de retención según se establece en nuestra norma.
Evaluar el nivel de retención: cálculo de retención
Las aseguradoras, al momento de definir el plan de reaseguros y los controles para su correcta ejecución, deberán también evaluar los cálculos de retención establecidos en la norma.
En este punto, si bien en nuestra norma se realiza un cálculo global, los contratos de reaseguros pueden no ser aplicables a toda la cartera o a todos los ramos, sino a los ramos que la entidad en su plan de reaseguro considere.
En la determinación del nivel de retención de cada ramo también se debe tener en cuenta la política de suscripción y retención de riesgos definida en el Plan de Seguro en la Nota Técnica aprobada por la Superintendencia de Seguros de la Nación.
Programa
En resumen, el Programa de Reaseguros es complejo y debe involucrarse a los niveles directivos de las aseguradoras ya que esto determina parte de la estrategia comercial y operativa de la aseguradora. Deben diseñarse procedimientos que monitoreen constantemente resultados y que ante desvíos indiquen alertas para su corrección. De esta manera, se intenta minimizar la incertidumbre con el conocimiento de los factores de riesgos más importantes para así tener un mercado más solvente.
Columna escrita por Vanesa Cavallin, coordinadora de la Gerencia de Inspección de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN).
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