En una nota firmada por Alejandro Simón, presidente de Aseguradoras del Interior de la República Argentina (ADIRA); Gonzalo Santos Mendiola, presidente de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS); Carlos Grandjean, presidente de la Asociación de Aseguradores Argentinos (ADEAA); y Alfredo González Moledo, presidente de la Asociación Argentina de Cooperativas y Mutualidades de Seguros (AACMS), las cámaras plantean a la superintendenta de Seguros de la Nación, Adriana Guida, que “la flexibilización que gradualmente se está desarrollando conforme a las normativas gubernamentales implica también la necesidad de una gradual puesta en marcha de algunas de las actividades que se desarrollan en nuestras empresas a fin de poder cubrir eficientemente nuestro rol en todos los rubros donde actuamos”.
Las cámaras sostienen que, en los últimos tiempos y gracias al avance tecnológico, “muchas de nuestras actividades pueden realizarse vía digital. Sin embargo, la tecnología no puede ni podrá eliminar el contacto personal, tradicional y necesario en nuestra operatoria”.
Asimismo, recuerdan “el efecto multiplicador de actividad que deviene de nuestra operatoria. Por ejemplo, el trabajo de talleres mecánicos, gomerías, compra y venta de repuestos, etc. Esto ratifica la profundidad de la activación económica y financiera que produce el seguro y que el aislamiento absoluto perjudica a límites muy considerables”.
Sugerencias
Es en este contexto que las cámaras solicitan a la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) establecer un proceso gradual de apertura de las operaciones de la industria aseguradora y sugieren:
– Habilitar una dotación mínima de empleados con presencia en las oficinas para cubrir las tareas esenciales. Por ejemplo, personal de mantenimiento de sistemas e instalaciones, y atención al público sólo con turno previo. Siempre teniendo en cuenta las medidas necesarias para reducir todo riesgo de contagio. Esta dotación no debe superar el 20% de la estructura directa de cada empresa.
– La circulación de inspectores de riesgos para realizar las inspecciones previas que no puedan efectuarse vía digital. A nivel nacional son cerca de 400 personas.
– Permitir la gestión de trabajo de productores asesores, peritos tasadores y liquidadores de siniestros. En las ciudades pequeñas y medianas, los medios de comunicación digitales no siempre poseen la certeza y la rapidez necesarias. En estos casos, el aislamiento total redundó en un pobre servicio de seguros hacia quienes, más en estos momentos, requieren asistencia. Además, los productores son una pieza importante en el proceso de cobranza. Su intervención es crucial para mantener el flujo de fondos. Respecto de los liquidadores y peritos, los siniestros continúan ocurriendo y deben ser liquidados. El total aislamiento está redundando en el corrimiento de los plazos. Nuevamente, esto redunda en la debilidad del servicio prestado por las aseguradoras.
– Debe tenerse especial cuidado sobre las zonas más riesgosas (AMBA o ciudades importantes del interior). Así se evitarían aglomeraciones en el uso del transporte público.
– Para las coberturas de caución de la obra pública que reiniciará su actividad, ampliar las empresas estatales nacionales, provinciales y municipales que puedan recibir su póliza mediante los aplicativos COMPR.AR y CONTRAT.AR. Los organismos estatales no incluidos en este sistema requieren la firma de la aseguradora y su certificación.
Cabe destacar que, días atrás, estas mismas cámaras ya habían elevado una serie de propuestas a la superintendenta Guida en el marco de la pandemia.