La mayor preocupación respecto a la sustentabilidad del actual proceso de recuperación de la actividad económica la da el comportamiento del sector externo. La balanza comercial continúa dando resultados negativos muy pronunciados. En octubre, el déficit alcanzó los 955 millones de dólares, lo que lo hace el segundo mes más negativo del año después de agosto. Se advierte un virtual estancamiento de las exportaciones, mientras las importaciones siguen creciendo en forma sostenida.
El déficit acumulado en los 10 primeros meses del año fue de 6.115 millones de dólares, contra superávits de 10 mil a 15 mil millones en los años previos al cepo cambiario.
Las compras en el exterior aumentaron en valor en lo que va del año en 18,9% producto de una suba del 12% en el volumen y del 6% en los precios. Sin embargo, en octubre, el incremento interanual alcanzó el 29,5%, con un alza del 25,5% en volumen y del 3,2% en los precios.
Se advierte el hecho alentador de que crecen mucho las importaciones de bienes de capital, un 25,2% en lo que va del año. Pero más se incrementan las importaciones de vehículos automotores, 45,9%, y es significativa la expansión de las compras de bienes de consumo, alcanzando en valor el 20,4% de expansión en lo que va del año y el 38% en octubre contra octubre del año pasado.
Las operaciones de la cuenta corriente del balance cambiario resultaron deficitarias en 2.258 millones de dólares como consecuencia, básicamente, de los egresos netos por el peso de los intereses, las utilidades y los servicios. El comercio exterior, en lugar de resultar el mecanismo para afrontar los fuertes gastos que se hacen en intereses de la deuda, utilidades, turismo etc., está representando una carga creciente, acentuando la dependencia del endeudamiento.