El incremento del 2,4% de los precios al consumidor en febrero resultó algo menor al previsto e inferior al elaborado por otras fuentes. Este aumento anualizado es equivalente al 33% anual de inflación. El aumento para el Gran Buenos Aires del propio INDEC fue del 2,6%. No obstante, el indicador marca la aceleración de la inflación, que arranco el año con 1,8% en enero. La inflación entre febrero de este año y febrero de 2017 fue del 25,4 % y sigue superando la inflación anual registrada durante 2017 (24,8%).
La inflación núcleo, el aumento despojado de la incidencia de los precios regulados por el Estado y los estacionales, que toma especialmente en cuenta el Banco Central para analizar la marcha de la lucha contra la inflación, tuvo un incremento del 2,1 %, equivalente al 28% anual. De todas formas, la comparación febrero de este año contra febrero del año pasado alcanzó al 21,6%.
El índice de precios de febrero resultó favorecido por una baja del 0,7% de los productos estacionales ya que comenzaron las liquidaciones de fin de temporada de verano y baja el costo de los servicios turísticos. En marzo habrá menor peso de los regulados, que en febrero aumentaron un 7,1%, pero habrá presión sobre los estacionales por comienzos de las clases y cambio de temporada para la indumentaria.
La inercia de la inflación núcleo difícilmente pueda ser contenida en el actual contexto. Por otra parte, en abril vuelve a haber fuertes aumentos de los servicios públicos. De allí que el bimestre marzo-abril no sería muy distinto que el de enero-febrero, cuando el nivel general aumentó un 4,2% y la inflación núcleo un 3,6%. De mantener este ritmo bimestral a lo largo del año, el incremento del Nivel General sería del 28 % y el de la inflación núcleo del 23,6%.
Frente a estos porcentajes, luce muy poco creíble la meta recalculada de inflación para el año del 15%, e incluso el escalón de una inflación del 20% parece muy difícil de alcanzar.