En su visita a Todo Riesgo TV, Alan Roberts, gerente general de Evolución Seguros, relató que “cuando comenzaron los primeros vestigios del coronavirus, la primera medida que tomamos fue separar a las personas que se encontraban en grupos de riesgo o que tenían convivientes en grupos de riesgo. Les pedimos que no vengan más a la compañía. Con el resto de los empleados propusimos que utilicen medios de transporte que no pertenezcan a la red pública para así acotar el contagio. En definitiva, en esa primera semana, con un anuncio tras otro, terminamos en la cuarentena propiamente dicha. Después fuimos revisando los distintos protocolos hasta el último que terminó confirmándose en el decreto que habilitó la actividad”.
Sobre el protocolo vigente, el directivo aseguró que “estamos tomando todas las medidas necesarias en cuanto a elementos sanitarios: alcohol en gel, barbijos, mamparas divisorias en recepción, etc. A su vez, mantenemos muy acotada la cantidad de gente que ingresa a nuestros establecimientos. Como las oficinas de Evolución Seguros son amplias, el distanciamiento es tres o cuatro veces más grande que el solicitado. Estamos bien preparados a los fines del protocolo y expectantes sobre qué sucederá”.
Efectos
Respecto del impacto de la cuarentena en el sector, Roberts aseguró que el mayor efecto negativo tiene que ver con la cobranza. “Es lo que más cayó. También se registraron muchas bajas de coberturas. Hay casos de industrias completas que solicitaron la baja porque no operan. Tenemos, por ejemplo, algunas empresas de viajes y turismo que hacen excursiones, turismo aventura y demás con múltiples pólizas de accidentes personales y responsabilidad civil. En esos casos se canceló todo porque no están en actividad y no saben cuándo la retomarán”, confesó.
“También la construcción cayó enormemente. Hay muchas obras paradas y las empresas están solicitando que no se continúe con la facturación de esas pólizas porque las obras no se encuentran vigentes”, explicó el ejecutivo, quien añadió: “En este contexto vamos escuchando a los sectores e intentando negociar. A su vez, tratamos de comprender a nuestro productor. También estamos muy atentos al fraude porque sabemos que, siempre que hay retracción económica, el fraude está a la orden del día. Miramos con cuatro ojos lo que habitualmente mirábamos con dos”.
En otro orden, Roberts sostuvo que operan en vida, sepelio, caución, responsabilidad civil, todo riesgo construcción, incendio, accidentes personales y algo de robo. “Esa es básicamente nuestra línea de productos. No trabajamos en automotores, no es un segmento que nos guste o que necesitemos a los fines del flujo de caja de la compañía. De todas formas, estamos muy abiertos a escuchar la proposición de nuevos negocios”, manifestó el directivo.
Panorama
En el actual contexto, Roberts expresó que “nuestro primer paso es renovar los contratos de reaseguro que comienzan ahora en junio. Sabemos que será una negociación difícil pero es lo que nos mantendrá preparados para los riesgos a tomar durante el año venidero. También seguimos reforzando el contacto con los productores. Ellos son siempre nuestros aliados, necesitamos de los productores, son quienes nos cuentan qué pasa en el mercado. Estamos analizando hacer reuniones y capacitaciones vía Zoom a los fines de no perder ese contacto tan importante para nosotros. Nuestros comerciales están en contacto casi diario con los productores”.
El ejecutivo concluyó que “en nuestro caso era indudable que tendríamos un impacto por la pandemia. Esto porque contamos con una gran cartera de vida y sepelio y otra gran cartera de empresas, y una de las dos sería castigada. Esto era indefectible. Creo que a las aseguradoras que comercializan sólo seguros de vida y sepelio quizás les vaya mejor tras la pandemia porque hasta el momento no tuvieron impacto. Todo lo contrario ocurrirá con las que operan con empresas, donde el golpe será fuerte”.
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