La columna de Horacio Lachman.
Con la caída del 1% mensual y del 20% interanual de los despachos de cemento en octubre, se confirman los temores de que estemos en un proceso de recesión y, a mediano plazo, surgen nuevos desafíos para la economía.
Si bien puedes esperarse que parte de los fondos blanqueados se vuelquen sobre la economía real, aún no está claro que eso esté sucediendo. Pero, por otra parte, se siguen consolidando las expectativas favorables en los mercados, con una brecha cambiaria entre dólares libres y el oficial que se cierra, riesgo país en baja y acciones en alza.
La experiencia indica que la estabilización de la economía fortalece al gobierno incluso en un contexto de bajos ingresos. Y todo indica que este escenario se mantendrá en el futuro próximo porque ya parecen resueltos los vencimientos de deuda de los próximos meses.
Desafíos a futuro
Pero el mediano plazo se enfrenta no solo al desafío del crecimiento. El modelo hace imprescindible que desparezca el cepo, porque el capital privado, con estas reglas de juego, solo invierte si puede sacar utililidades del país.
Pero sacar el control de cambios es también un peligro, porque en un año electoral siempre se teme que la ortodoxia se relaje. Y los mercados en la Argentina son muy sensibles a los desajustes macro que puedan volver a producirse.
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