En el año 2020 murieron en la Argentina 3.138 personas en siniestros viales. En comparación con 2019, cuando se contabilizaron 5.600 fallecidos, la mortalidad vial se redujo un 45%. A su vez, el promedio diario de muertos por esta causa pasó de 15,3 a 8,5, y la tasa cada 100 mil habitantes de 12,5 a 6,9. Esto se desprende de estadísticas de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
Los varones, de entre 15 y 34 años, fueron las víctimas más numerosas. Asimismo, entre los diferentes tipos de usuarios, los motociclistas fueron los más afectados.
Por cantidad de fallecidos, las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Tucumán lideraron la estadística. En tanto, por tasa de fallecidos cada 100 mil habitantes, las provincias del NOA y del NEA presentaron los registros más altos.
“Estas cifras son el lado positivo de las restricciones de circulación que nos trajo la pandemia y, sobre todo, son personas que hoy siguen con nosotros y familias que no están sufriendo una pérdida. Si queremos mantenerlas debemos ser muy responsables a la hora de circular. Respetando la velocidad máxima, no consumiendo alcohol y usando el cinturón de seguridad, no solamente quienes se mueven en automóviles. Todas las personas que viajen en micros o minibús también deben usarlo porque, además de ser obligatorio, es la forma de cuidar su vida”, sostuvo Mario Meoni, ministro de Transporte de la Nación.
El funcionario agregó que “nosotros vamos a seguir controlando como lo hicimos esta temporada, donde ya fiscalizamos más de 103 mil vehículos”.
La restricción de la circulación, la gran causa
También se manifestó al respecto Pablo Martínez Carignano, director de la ANSV. “En primer lugar, quiero reconocer a las 23 provincias y a la Ciudad de Buenos Aires por el gran trabajo de sus Observatorios Viales. Que al 14 de enero tengamos consolidadas las estadísticas oficiales del año anterior es algo que nunca había sucedido en la Argentina. Demuestra que el trabajo federal y comprometido es el camino a seguir”, resaltó.
Sobre lo que indican los números, el funcionario realizó dos reflexiones. “Por un lado, la reducción casi a la mitad de los fallecidos implica más de 2 mil vidas salvadas y decenas de miles de heridos que se evitaron. Hoy hay muchas familias argentinas que no lloran por la pérdida de un ser querido y eso no tiene precio. Por otro, la certeza de que no hay que confundirse con esta caída. El descenso obedeció fundamentalmente a la restricción de la circulación, sobre todo en el comienzo de la pandemia, y no a un cambio cultural de los usuarios. Para adelante debemos seguir trabajando con ese objetivo, para que en la Argentina haya más educación vial, más controles, más campañas, mejores vehículos, mejor infraestructura y mejores leyes. Para que la nueva normalidad no sea un retorno a las estadísticas de años anteriores”, concluyó.
Para acceder al informe completo de la ANSV, ingresar aquí.
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