Dos productores asesores de seguros que operan en la provincia de Misiones dialogaron con Todo Riesgo acerca del comportamiento del mercado asegurador durante 2016 y los objetivos que se propusieron para 2017.
Desde la ciudad de Montecarlo, el productor de seguros Andrés Langhans sostuvo que “2016 fue un año muy particular. Me dedico mayormente a vida, que es mejor parámetro para medir el comportamiento de la cartera dado que patrimoniales no tiene tanta variación según la situación económica. Mientras que en patrimoniales no hubo clientes que bajaron de cobertura, en vida sí se notaron cambios”, expresó el productor, quien agregó en este sentido que “los primeros meses del año todo siguió más o menos normal ya que se esperaba una reactivación de la economía en marzo con el nuevo gobierno. Esto no sucedió, pero con la promesa del segundo semestre siguió avanzando a bajo ritmo. A partir de junio prácticamente se paralizó la venta de nuevos contratos. Los clientes siguen pagando, algunos dejaron de hacerlo pero con gestiones volvieron a reactivarse contratos. En vida vivimos del negocio nuevo, pero al menos estoy contento de no perder clientes”.
Por su parte, Augusto Benítez, productor de seguros con oficinas en la localidad de Puerto Iguazú, consideró que “hubo bajas por falta de pago en automotores, si bien en cantidades que no afectaron el normal desarrollo de la actividad. En cuanto a los otros rubros, los mismo se mantuvieron estables”.
Para Benítez, el desafío en 2017 pasa por “incrementar la cartera incursionando fuertemente en la venta de seguros de hogar, integral hotelero y seguros de personas, rubros que todavía no fueron del todo explotados. Para lograrlo tengo ideado realizar una campaña de concientización”.
Langhans afirmó que “los objetivos y las metas son similares todos los años: tener un buen ritmo de ventas. Los proyectos particulares que uno tiene van renovándose todos los años y para ello hay que tener un buen ritmo de ventas. Hablo del negocio vida, que es lo que hago y me gusta, y en vida hay que moverse”. El productor lamentó que “las compañías siempre quieran que uno crezca en producción sobre la inflación. Eso es posible los primeros años, pero cuando se está hace más de veinte años en el rubro, se llega a un techo de posibilidades humanas de contactar clientes nuevos. No puedo ver más de una determinada cantidad de personas por día o por mes. Son muy exigentes. Pero con un objetivo de tantas ventas por mes o por año, pueden lograrse los sueños. Mi objetivo es un contrato por semana; si lo puedo superar, mejor”.