Un nuevo análisis publicado por Mercer Marsh Beneficios –asesor global en salud de empleados, beneficios y riesgos laborales y parte de Marsh McLennan– reveló que el aumento de los costos de salud y beneficios, la falta de conocimientos en ciberseguridad y las disparidades en las recompensas entre ejecutivos y trabajadores son las tres amenazas clave que afectan a las empresas en lo referente al ámbito de recursos humanos (RRHH). Estos riesgos podrán afectar el panorama laboral de la región ya que las compañías compiten con una serie de presiones a corto y largo plazo para no sólo atraer y retener talento clave, sino también para crear lugares de trabajo más resilientes para el futuro.
Recursos humanos
El informe People Risk 2024 se basa en las opiniones de 4.575 profesionales de RRHH y riesgos a nivel global. Asimismo, clasifica los riesgos por probabilidad y gravedad en cinco pilares clave: cambio y disrupción tecnológica; liderazgo del talento y prácticas laborales; salud, bienestar y seguridad; gobernanza, cumplimiento y financiero; y medio ambiente, sostenibilidad y protección.
En cuanto a los cinco pilares en los que se enfoca el estudio, el 36% de los encuestados destacan los riesgos de ciberataques por la falta de conciencia, diseño organizacional y cultura respecto a la seguridad de la información que administran. Por otro lado, el 37% de los encuestados está preocupado por la dependencia excesiva de los empleados en la IA y la confianza total en el contenido generado por IA sin una verificación adecuada.
Bienestar
Además, en el informe se subraya que las organizaciones deben ampliar el alcance de cómo definen el bienestar en el trabajo. Según los conflictos y el agotamiento aumentan, la salud psicológica y el bienestar emocional exigen el mismo reconocimiento que la seguridad física para mitigar riesgos. Los empleadores tienen una oportunidad única de promover el apoyo a la salud de sus empleados y llenar los vacíos de los sistemas tradicionales de atención médica. Las presiones inflacionarias sobre los costos de los beneficios persisten y las organizaciones deben planificar cambios en sus programas de beneficios ahora.
Al respecto, Julieta Doldo, directora de Mercer Marsh Beneficios en Argentina y Uruguay, comentó: “Las organizaciones solo pueden seguir siendo competitivas si logran reclutar y desarrollar las habilidades, el talento y el liderazgo adecuados. Además, es igualmente importante garantizar que se satisfagan las necesidades de los empleados para promover el éxito y la productividad. El liderazgo debe ser capaz, entonces, de reconocer las necesidades de los empleados, inspirar compromiso y lealtad, y tomar medidas para apoyar a su gente en momentos críticos de sus vidas y en momentos de crisis empresarial. Estas acciones generan confianza y son fundamentales para respaldar una cultura de gestión de riesgos”.
“Una mirada concreta en las expectativas de los gestores de riesgos es abordarlos en las organizaciones de manera integral, no como silos, sino de forma transversal debido a que los riesgos son cíclicos y su impacto en definitiva afectan a sus objetivos estratégicos. Implementar una gestión integral hace que tanto los temas asociados a personas entendiendo la salud como talento; la ciberseguridad, incluyendo la IA, y, principalmente, los temas asociados al cambio climático y ESG hace sentido e inclusive teniendo como horizonte el bienestar organizacional y cumplimiento normativo”, explicó Sebastián Tobio, líder de Marsh Advisory Argentina y Uruguay.
Otros ejes
Por otra parte, la gobernanza, el compliance y las finanzas son otros aspectos que el informe destaca como centrales sobre los que las empresas deben enfocarse para mantener a los empleados saludables.
Además, el aumento del escrutinio de los stakeholders, los litigios y la actividad legislativa en diversas regiones hace crucial identificar y adelantarse a las brechas de gobernanza emergentes.
Estrategias
Con respecto a las estrategias para mitigar estos riesgos, Doldo explicó: “Es fundamental que adoptemos un enfoque proactivo, predictivo y disciplinado en la gestión de los riesgos de las personas. Ser proactivo significa abordar los desafíos futuros hoy, establecer objetivos medibles y empoderar a las personas en toda la organización. Ser predictivo implica usar análisis y modelación predictiva, además de identificar y seguir de cerca las métricas relacionadas con las personas. Y ser disciplinado requiere mejorar continuamente la gobernanza mediante seguimiento y auditorías, reforzar la rendición de cuentas y ser proactivos en el control de costos y la gestión activa”.
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