La revista Todo Riesgo dialogó con Stefano Marzotta, Actuarial Director de Americal Reinsurance Solutions, acerca de la renovación de los contratos que vencieron el 30 de junio.
Renovación
En ese sentido, Marzotta comentó que “en los últimos tres años, los reaseguradores internacionales tomaron medidas tendientes a mejorar la calidad en la suscripción técnica de los riesgos y una variable, entre otras, que se ajustó es el precio de las capacidades contractuales. El mercado se viene endureciendo y esto indefectiblemente impactó en una suba de costos de los contratos en casi todos los ramos. Sin embargo, los aumentos no fueron de forma indiscriminada. Se ajustaron precios en función de los resultados y se revisaron sobre todo exclusiones y estructuras en aquellos contratos que dieron quebrantos en los últimos años”.
“En esta renovación, más allá del alza de precios, también encontramos que los reaseguradores se tornaron más selectivos a la hora de decidir en qué compañías mantenían su soporte, revisando si su historial técnico y desarrollo comercial se alineaba con los planes estratégicos delineados por los reaseguradores. Si tuviéramos que identificar el ramo más comprometido para esta última renovación, elegiríamos, sin duda, aeronavegación”, indicó el ejecutivo.
Crisis
Asimismo, Marzotta informó que “la industria de reaseguros está muy preocupada en determinar finalmente cuáles serán las pérdidas que dejará la invasión de Rusia a Ucrania y esto se vio reflejado en el endurecimiento de condiciones. El conflicto pone en jaque todas las previsiones para los próximos meses no solo por los actos de guerra en sí mismos, sino también por los efectos de las sanciones económicas con las que gran parte del mundo occidental espera castigar estas acciones bélicas y que inevitablemente terminan teniendo algún impacto sobre el movimiento de capitales en el mercado internacional”.
De acuerdo con el Actuarial Director de Americal Reinsurance Solutions, “las estrategias de los reaseguradores se vuelven sumamente conservadoras en tiempos de crisis y deben maximizarse los recursos para que la industria evolucione en forma razonablemente favorable en el largo plazo. Adicionalmente, la suba de tasas en los Estados Unidos agravó esta tendencia. El aumento de los costos de capital impactó muy fuerte en las estructuras contractuales de riesgos volátiles y catastróficos, como, por ejemplo, las capas de excesos, que en los últimos años fueron sumamente competitivas”.
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