La crisis política retroalimenta la crisis económica

abril 20, 2023

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Esta vez fue la versión de la renuncia del ministro de Economía Sergio Massa la que generó un salto en el mercado cambiario, que ahora sí adquirió una escalada preocupante, y en el derrumbe de los bonos.

Obviamente, la renuncia de Massa es económicamente trascendente. ¿Hay otro que podría asegurar la mínima unidad o siquiera coherencia en el frente gobernante?

Podrá decirse que no fue sólo eso. Se advierte que el ministro no volvió del norte con un apoyo financiero suficiente para manejar la situación en lo que resta del actual mandato presidencial. Sin embargo, también en ese frente la política cuenta y mucho. ¿Tiene sentido para los Estados Unidos apuntalar a un gobierno que se cae por su propia inercia?

Incertidumbre

De allí que se vuelve a abrir una etapa de gran incertidumbre. Donde algunos ven peligro de una espiralización inflacionaria sin techo y otros ven sólo un terrible ritmo inflacionario. Pero nadie es optimista.

Sin capitán a cargo y cuando quienes pueden sucederle pueden hacer cualquier cosa e incluso insisten en que el problema actual no tiene nada que ver con lo monetario y fiscal, todos tienen necesidad de cubrirse. Parece más negocio vender poco o no vender que hacerlo sin un margen suficiente que permita cubrir el costo de reposición. Ello ocurre en cada etapa del proceso productivo y comercial. De forma que cuando las cosas llegan al consumidor, el precio puede ser mucho mayor al que se pueda explicar.

Todos quieren y, de alguna forma, tienen el derecho a cubrirse. Se cubren más obviamente quienes tienen mayor capacidad de negociación o de dominio del mercado, pero el público, de hecho, lo convalida. Tampoco es cuestión de dejar la casa desabastecida porque en el momento de abastecerse todo puede estar mucho más caro.