En la mañana de hoy se llevó a cabo la Asamblea Anual de Aseguradores del Interior de la República Argentina (ADIRA). En la misma se designó a Juan Carlos Mosquera, de La Segunda, como nuevo presidente. Lo acompañarán Diego Guaita, de San Cristóbal, como vicepresidente; Alejandro Simón, de Sancor Seguros, como secretario; y Jorge Ferro, de Cooperación Seguros, como tesorero.
Mosquera tiene una trayectoria de 27 años en La Segunda. Ocupó las Gerencias de Legales y Recursos Humanos y actualmente está a cargo de la Dirección de Operaciones. El directivo destacó que “la fortaleza de ADIRA radica en el equipo que la conforma, el cual es reconocido por su alta capacidad técnica”. También destacó muy especialmente la gestión del presidente saliente Simón.
Análisis
Por su parte, en la Memoria y Balance 2019/2020 de AVIRA, Simón consideró que “venimos de cerrar un ejercicio económico con particularidades sin precedentes. A nivel internacional, el panorama estuvo marcado por economías estancadas o que crecieron muy poco. En nuestro país, la actividad económica vino cayendo los dos últimos trimestres de 2019, situación que se acentuó durante el primer semestre de 2020 con la irrupción del COVID-19”.
El directivo señaló en este sentido que “como toda actividad atada al devenir económico, la industria del seguro en la Argentina fue directamente impactada por un contexto marcado por una elevada tasa de inflación, endeudamiento, caída de la rentabilidad, variaciones cambiarias y pérdida de puestos de trabajo. En un escenario de por sí complejo, la irrupción en escena del COVID-19 cambió las reglas de juego por completo”, a la vez que agregó que, para la industria aseguradora, “el mayor impacto estuvo en el deterioro del flujo de cobro de primas, la producción y la falta de liquidez que toda esta situación provocó. También se evidenció en muchos casos la anulación o la reducción de coberturas por parte de personas que no pudieron sostener el seguro”.
Riesgos del trabajo
Si bien casi todos los ramos, con la excepción de agro, se vieron perjudicados, Simón remarcó que riesgos del trabajo seguramente termine siendo uno de los más afectados por la pandemia. “El prolongado período de aislamiento social, preventivo y obligatorio generó y seguirá generando en muchas actividades un fuerte impacto negativo en los salarios de los trabajadores, lo que tiene su correlato directo en las primas del sector. Las alícuotas técnicas, que ya venían fuertemente castigadas por la litigiosidad y los elevados costos prestacionales, continuarán deteriorándose ante la imposibilidad de las empresas de hacer frente al costo de la cobertura. Si a lo anterior sumamos la caída en los niveles de empleo que se vienen registrando en los últimos meses, un incremento de la judicialización y el impacto siniestral del COVID-19, realmente se vislumbra un panorama extremadamente crítico para el ramo”, reflexionó Simón.
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