Como consultora en temas de valuación en diferentes ámbitos de negocios, en Serinco mantenemos contacto permanente con distintos agentes de la industria del seguro. Hay un tema que es recurrente en estas conversaciones y es la preocupación generalizada por la problemática del infraseguro.
Cuando hablamos de infraseguro nos estamos refiriendo a la correcta valuación de los bienes asegurados (valor de reposición en el mercado) al momento de generarse la póliza y la falta de actualización de las sumas aseguradas reflejadas en las respectivas pólizas. Por supuesto que éste es un tema que siempre debería resultar inquietante; pero también es cierto que el problema se agudiza en un contexto inflacionario como el que estamos viviendo en los últimos meses porque, en caso de producirse un siniestro, la indemnización recibida no permitiría la reposición de los bienes siniestrados. Sumemos el contexto inflacionario y las devaluaciones bruscas de la moneda y obtendremos un grado de incertidumbre muy alto de la cifra asegurada.
Con respecto a la devaluación, algunos bienes sufren directamente un aumento del valor en pesos (bienes importados o con gran componente extranjero) y otros no con la misma intensidad, con lo cual la suma asegurada debería revisarse después de un cambio notorio en la paridad cambiaria.
Bajo esta problemática inflacionaria sería recomendable recalcular el costo de reposición de los bienes asegurados como mínimo una vez al año. Para los inmuebles, el cálculo consiste en determinar cuál sería el costo de reconstruir la propiedad bajo la hipótesis de su destrucción total. Para las maquinarias y bienes muebles en general, debe realizarse un estudio de mercado para determinar cuál es el costo de volver a comprar una máquina o una similar para reponerla.
En nuestra actividad diaria como valuadores de bienes en general (tanto de inmuebles como de máquinas, líneas de producción, instalaciones, etc.), muchas veces debemos determinar para los edificios valores de reposición a nuevo que superan ampliamente las sumas aseguradas informadas por las compañías de seguros. En ocasiones, los asegurados erróneamente priorizan el monto de las primas que deben pagar, más que la tranquilidad de estar suficientemente cubiertos en caso de producirse un siniestro. Ante esa situación, el que más pierde es el asegurado.
¿Por qué? Las aseguradoras consideran el monto de la cobertura cuando deben responder frente a la ocurrencia de un siniestro; pero si esa suma es menor al valor de reposición real para cubrir los daños ocasionados, calcularán la indemnización proporcionalmente al valor asegurado en la póliza. Esto claramente ocasiona una pérdida para el asegurado, quien no puede reponer el bien siniestrado. También se perjudican las compañías al recibir denuncias y demandas ante las asociaciones de consumidores y/o en la Justicia tanto en lo económico como en lo comercial. Además, se desprestigia la marca de la aseguradora frente a sus clientes.
El incendio es el riesgo más afectado por la problemática del infraseguro y podemos verlo tanto en pymes como en empresas grandes. En este último caso, hay que destacar que equipos de medición o máquinas herramientas de alta precisión o especialmente dedicadas están anclados al valor de la divisa extranjera. Si este componente es alto en el volumen asegurado, es posible que después de una devaluación la suma asegurada no sea una cobertura suficiente. También lo observamos en otros rubros, como el robo o seguros para el hogar.
Las principales cámaras de seguros de la Argentina realizan periódicamente un exhaustivo análisis sobre las acciones más relevantes y estratégicas del sector. Ya en la Memoria del Seguro 2013-2014 destacaron la necesidad de fomentar la cultura aseguradora en el país ya que hay siniestros con hasta un 70% de infraseguro. Con la tendencia inflacionaria, es muy probable que esta situación no haya mejorado durante el corriente año. También mencionaron que las estadísticas muestran un aumento de la siniestralidad en el ramo incendio.
Por supuesto que tampoco es bueno asegurar por un valor en exceso. No tiene sentido pagar una prima inadecuadamente alta. Por eso es recomendable que periódicamente se evalúen los riesgos a los que se encuentran expuestos los bienes asegurados para evitar problemas a futuro. Incluso, aunque las pólizas estén pactadas en moneda extranjera, es conveniente revaluar tanto los inmuebles como las líneas de producción, las máquinas en general, etc., para ponderar adecuadamente las oscilaciones en los valores de dichos bienes.
Dada esta problemática, nuestra recomendación es que las compañías generen campañas de comunicación que apunten a concientizar acerca de esta temática ante sus clientes y prospects. También hay que trabajar fuertemente con las áreas comerciales internas y con los equipos de productores y brokers para que ellos también puedan asesorar correctamente a los asegurados. En definitiva, cuando se produce un siniestro, el primer interlocutor es el productor y es él quien recepciona las inquietudes y disconformidades del asegurado, y en ocasiones queda dañada la relación comercial entre ellos. Como consultora organizamos reuniones a las que asisten las partes interesadas (las aseguradoras y los productores), donde presentamos casos aportados por las propias compañías. En estos talleres comparamos los valores asegurados para diferentes tipologías de bienes con los valores de reposición actualizados y muchas veces la sorpresa es grande cuando surgen a las vista los importantes desvíos. Esto ayuda a la aseguradora para hacer valer el precio que la prima requiere y dar una cobertura adecuada.
Estamos convencidos de que la solución a esta problemática del infraseguro debe ser encarada por la industria aseguradora en su conjunto ya que si una compañía aisladamente cambiara su política, esto podría dejarla fuera del mercado por falta de competitividad comercial frente a otras.
En definitiva, todo debe apuntar a mantener tranquilo al asegurado, respetando el viejo lema del mercado asegurador: “Es mejor tener un seguro y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo”.
Nota escrita por Marcela Méndez, directora corporativa de Serinco.