Willis Towers Watson llevó a cabo la primera edición de su informe sobre el mercado de seguros y reaseguros en América Latina, donde se analizan las principales variables que impactaron a partir del COVID-19. Se hace foco en factores macroeconómicos, tendencias del sector, entorno regulatorio y las perspectivas de productos tales como seguros patrimoniales y responsabilidad civil, líneas financieras, aeroespacial, mercados marítimos, construcción, recursos naturales y automotores.
Información
El relevamiento arrojó información acerca del contexto del mercado de seguros y reaseguros. A partir del mismo se infiere que:
– La mayoría de las aseguradoras ingresaron a la crisis del COVID-19 bien capitalizadas.
– El impacto financiero en las aseguradoras provendrá de tres fuentes: siniestros cubiertos que generarán reclamos directos e indirectos, y siniestros pagados; erosión de la cartera de activos, dependiendo del mix de inversiones; y reducción de los ingresos futuros debido a la baja de las tasas de interés e ingresos por inversiones y el ajuste general de las tarifas de seguro.
– Se detecta una mayor preocupación por el estado del balance de las aseguradoras del ramo vida frente a los riesgos patrimoniales (al haber crisis económica, la caída del nivel de ahorro se agudiza).
– Las agencias de calificación están activas y revisando los estatus de calificación, principalmente de los mercados de reaseguros, inclusive con algunas rebajas de calificación. Es muy posible que la situación actual dilate las condiciones de rigidez del mercado que estábamos experimentando antes del COVID-19.
El reporte señala que es probable que los desafíos inmediatos asociados con la crisis y la recesión económica resultante traigan efectos de largo plazo sobre el sector seguros. Las aseguradoras están revisando la cobertura ofrecida y los gobiernos están estableciendo nuevas reglas que impactan directa e indirectamente en la gestión del riesgo y el seguro.
También se hace un análisis de lo que ocurrió en la Argentina, riesgo por riesgo.
Construcción
Dada la crítica situación económica del país, el casi nulo acceso al crédito internacional para financiar grandes obras de infraestructura y su agravación a consecuencia de la pandemia, no existen grandes grandes proyectos en ejecución actualmente. Asimismo, el incipiente modelo de Participación Público Privada (PPP) elegido por el anterior gobierno desapareció rápidamente del mercado, al igual que los grandes proyectos que debía impulsar. Las pocas obras existentes están relacionadas con obras civiles o particulares menores (por ejemplo refacciones) e infraestructura urbana, principalmente en el interior del país. Las obras de empresas privadas se aplazaron hasta 2021.
La capacidad disponible en el mercado de seguros local es amplia. Las compañías suelen competir por los escasos negocios con el fin de alimentar sus contratos de reaseguro y presupuestos asociados a la línea. Algunas aseguradoras tradicionales en el ramo tratan de mantener sus tasas técnicas mínimas. Sin embargo, no logran suscribir los negocios debido a la alta competencia.
Energía
En general, al igual que en muchas industrias, la actividad energética se vio sumamente afectada. Vaca Muerta pasó de ser una gran promesa de corto plazo a un interrogante en el mediano plazo. Requerirá mucho esfuerzo y diálogo para volver a ser una realidad que impulse la economía local: operadores, sindicatos y gobierno. Si bien el potencial está intacto y hubo cierta recuperación en los precios del petróleo y gas, el panorama mundial por la baja del consumo no ayuda, según dicen los especialistas.
Upstream: en este tipo de cuentas se están experimentando incrementos de tasa en el orden del 5% al 7,5% para aquellos riesgos sin siniestros y entre el 7,5% y el 15% para aquellos con siniestros en el último período de vigencia.
Downstream: el mercado asegurador cuenta con pocas aseguradoras para este tipo de riesgo y la suscripción es muy similar al mercado internacional. En caso de riesgos asegurados sin siniestros, las aseguradoras están aplicando aumentos del 20% al 30%. En el caso de siniestros, podemos encontrar aumentos de tasa que varían entre el 25% y el 40%.
Energía y servicios públicos: muy poca capacidad local disponible para distribución y renovables. Casi no disponible en el caso de generación. Dado que la mayoría de los riesgos tienen participación facultativa (reaseguros), los aumentos de tasa siguen los términos del mercado internacional, por lo que se encuentran incrementos mayores al 15% para casos sin siniestros. En el caso de cuentas que registran siniestros, no solo tienen incrementos de tasas mayores al 30%, sino también restricciones de cobertura y aumentos considerables en deducibles y franquicias a cargo del asegurado.
Minería: capacidad restringida en el mercado local. Las pocas compañías que suscriben a retención evalúan aumentos de tasa del orden del 20% mínimo (en caso de baja o nula siniestralidad).
Automotores
Las primas de responsabilidad civil se mantienen estables, creciendo por debajo de la inflación (montos en pesos). Según informan gran parte de los aseguradores, las tasas de casco subieron entre el 10% y el 15% para cubrir el costo promedio de los siniestros de cascos respecto de 2019. Las sumas aseguradas de casco se incrementaron recientemente, al igual o por encima de inflación (50%).
Sin embargo, por cuestiones de competencia, el costo combinado de ambas coberturas refleja una disminución, llegando a reducciones de entre el 5% y el 15% (aumentos nominales de primas por debajo de inflación). Al mismo tiempo, la competencia genera presión en las franquicias de casco, que quedaron desactualizadas.
Ciberriesgos
Si bien creemos que es una cobertura cada vez más importante, tanto para empresas como particulares, debido al fuerte incremento del trabajo remoto, el auge de las redes sociales y un menor nivel de seguridad debido al home office, el mercado local todavía no incorporó esta cobertura en forma generalizada como en otros mercados de la región. Cada vez son más frecuentes los ataques y el daño económico tanto en empresas como particulares. Las pocas aseguradoras con capacidad de suscripción local están revisando su nivel tarifario y las tasas tienden a incrementarse levemente, siguiendo tendencias mundiales.
Conclusión
Esta pandemia sin precedentes impactó a todas las economías y principales industrias, y el mercado de seguros en América Latina no es la excepción. Es esperable que los desafíos inmediatos asociados con la crisis y la recesión económica traigan efectos duraderos al sector. Las aseguradoras están revisando la cobertura proporcionada bajo su gama de productos y los gobiernos están estableciendo nuevas leyes que impactan directa e indirectamente en la gestión del riesgo y el seguro.
La situación está en constante evolución. Desde Willis Towers Watson estamos colaborando globalmente con el mercado y contribuyendo para que las compañías puedan tomar decisiones efectivas que nos lleven a todos a superar el desafío que representa esta crisis.
Nota escrita por Willis Towers Watson.
Seguinos en las redes:
LinkedIn: https://bit.ly/TodoRiesgoLinkedIn
Twitter: https://bit.ly/TodoRiesgoTwitter
Facebook: https://bit.ly/TodoRiesgoFacebook
YouTube: https://bit.ly/TodoRiesgoYouTube