“La nueva Ley de Riesgos del Trabajo fue un hito fundamental de los últimos años. Se trabajó en la búsqueda de una solución a la litigiosidad, y el cambio normativo de marzo de 2017 generó una expectativa más optimista respecto de este problema, y ya estamos viendo soluciones. Por ejemplo, provincias como Mendoza y Córdoba muestran bajas significativas en el número de litigios. En tanto, la provincia de Buenos Aires tuvo una demora en su proceso de adhesión, recepcionó juicios que salían de la Ciudad de Buenos Aires, escapando del nuevo esquema normativo pero, a partir de su adhesión, esta situación cambiará”, precisó Roy Humphreys, gerente general de Experta ART, en diálogo con Todo Riesgo.
Para el directivo, la respuesta de la Justicia “es muy positiva. Un ejemplo: en la Ciudad de Buenos Aires, de las diez salas de la Cámara Nacional de Apelaciones de Trabajo, siete se expresaron a favor de la constitucionalidad de la nueva ley. Resultaría ideal que la Corte Suprema brinde su respaldo y además hay cuestiones que todavía no se implementaron y que también se encuentran del lado de la Justicia, especialmente todo lo que implica el esquema pericial para lograr salir del perito individual, quien cobra su salario en relación con el pleito. En la medida en que se vayan implementando los cuerpos médicos periciales, algo previsto en la ley pero que todavía no funciona, la situación irá resolviéndose. Esto resultará clave, no sólo para los juicios que vienen, sino también para el nivel de stock que en la actualidad se maneja arbitrariamente por la pericia médica, que de manera subjetiva determina una incapacidad”.
De todas maneras, prosiguió Humphreys, “hay algo que está claro y es que hay un cambio de paradigma en riesgos del trabajo y éste muestra que puede indemnizarse eficientemente sin judicializar los reclamos. Ese es el cambio más importante. Hoy existe una vía administrativa que probó ser eficiente en términos de tiempos (entre 60 y 90 días para la resolución de un caso) y también de beneficios (las prestaciones dinerarias que se pagan son muy buenas en la Argentina)”.
¿Cómo están trabajando respecto de la póliza digital?
Se trata de un tema muy importante y que también forma parte de ese cambio de paradigma al que hacía referencia. Póliza digital significa aplicar tecnología a un proceso de afiliación y de contratación de una aseguradora de riesgos del trabajo. No es más que eso. Es importante desde el punto de vista de la despapelización, como desde la inmediatez. Antes teníamos un esquema donde sólo una vez por mes o un día específico se generaban los traspasos. Ahora el proceso resulta mucho más amigable tanto para el empleador, como para la aseguradora para procesarlo, y para el productor para actuar. La póliza digital no es enemiga del productor, al contrario. Para acompañar este proceso de transición, desde Experta ART llevamos adelante una serie capacitaciones a nivel nacional, que sumaron más de 60 encuentros y cuyo objetivo fue preparar a nuestra red comercial en todo lo referido a póliza digital. Esta iniciativa, sumada a la provisión de herramientas digitales, como un micrositio con materiales dedicados a facilitar el proceso a este nuevo sistema, nos permitió inaugurar el mismo emitiendo la primera póliza digital del mercado.
¿Cuáles son las perspectivas de Experta ART para este ejercicio?
En términos de crecimiento, la empresa experimentó un fuerte avance con la adquisición de QBE en 2015. Eso ya está totalmente finalizado, se logró la fusión con éxito de las compañías y estamos funcionando como una única aseguradora de riesgos del trabajo. Para nosotros resultó muy importante porque incorporamos un universo de pymes que complementó nuestra cartera de empresas medias y corporativas. Se trata de un mercado con resultados técnicos negativos producto de la judicialidad pero también porque no se está pudiendo valorar la alícuota. El cambio de ley trajo aparejado este cambio en materia de judicialidad pero también mejores prestaciones y demás cuestiones que hacían necesario un incremento de alícuota. Sin embargo, la alícuota bajó cerca de doce puntos en un año. Esto es positivo desde el punto de vista del empleador porque baja sus costos, pero también nos pone en alerta respecto de no estar cobrando la prima en base a los riesgos que estamos manejando. Volviendo a Experta ART, si queremos crecer rentablemente, es muy difícil crecer rápidamente. No tenemos una política comercial desapegada de la cuestión técnica.
¿Cuáles son los segmentos donde se advierte mayor demanda?
Se movilizó mucho todo lo que tuvo que ver con infraestructura en estos últimos dos años producto de la reactivación de la obra pública. También creció la industria de servicios y el turismo. Hoy la cobertura de riesgos del trabajo se demanda, está relacionada con la formalidad del empleo. Ese es otro cambio de paradigma. El seguro, al no ser un producto obligatorio, muchas veces se evade. Hoy, en cambio, el seguro de riesgos del trabajo se considera una necesidad porque brinda protección. Respecto de la coyuntura, hoy no estamos viendo una caída en la nómina, se mantiene está estable.
