En noviembre, los aficionados del running en Córdoba participaron de la 17ᵃ edición de la Maratón Allende, que promueve los principios de la salud y la vida sana. Organizado por el Sanatorio Allende y sponsoreado por el Grupo Omint, el desafío invitó a los maratonistas a colaborar con donaciones para la organización Banco de Alimentos. Convocó a más de 8 mil personas.
Maratón
Después de ser postergado por dos años consecutivos por la pandemia del COVID-19, el Sanatorio Allende volvió a invitar a toda la comunidad a participar de la tradicional maratón. Así, corredores profesionales, amateurs, familia, amigos y vecinos compartieron una jornada deportiva y saludable por las calles de Nueva Córdoba.
En esta edición, las autoridades fijaron como punto de partida y llegada el propio establecimiento. La maratón consistió en dos recorridos. Uno fue de 5 kilómetros y estuvo destinado a la categoría participativa, es decir, familias y público en general. En tanto, el otro fue de 10 kilómetros para la categoría elite, representada por los deportistas profesionales. Además, con el fin de seguir construyendo una sociedad con valores, en donde todos tengan acceso a las mismas oportunidades, la carrera se dividió en tres grandes categorías: damas y caballeros, silla de ruedas y no videntes.
Solidaridad
Asimismo, la carrera contó con la presencia de grandes e importantes marcas que acompañaron a los participantes y al objetivo solidario. En esta oportunidad, la maratón tuvo como finalidad colaborar con donaciones para el Banco de Alimentos de Córdoba. La misión de esta organización es reducir la desnutrición, distribuyendo alimentos entre distintos comedores y otras organizaciones sociales, además de educar sobre una alimentación saludable.
Por esta razón, la recaudación consistió en reunir miles de litros de leche larga vida o en polvo, proporcionada por los competidores como único requisito para su participación.
Participantes
Los primeros 3 mil inscriptos fueron premiados con la entrega de una remera referente a la maratón. Además, se otorgaron regalos, medallas y premios, y tuvieron lugar sorteos de bicicletas entre todos los participantes. También hubo puestos de hidratación y stands con especialistas para cubrir cualquier necesidad o incidente. Al finalizar, los corredores tuvieron a su disposición un gazebo equipado con dos camillas y masajistas para liberar la tensión que se genera en los músculos, tendones y ligamentos. Como es sabido, los masajes mejoran la oxigenación de la sangre, eliminan toxinas, relajan la musculatura, previenen lesiones, reducen la fatiga muscular y combaten el estrés tanto físico como mental.
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