Todo Riesgo dialogó con Agustín Giménez (a la izquierda en la foto) y Santiago Seigneur (a la derecha), directores de Fianzas y Crédito.
¿Qué análisis hacen de la actualidad del ramo caución?
El ramo caución está atravesando una situación de cierta incertidumbre actualmente en la Argentina. Las restricciones presupuestarias que enfrenta el Gobierno, sumado a las altas tasas de interés a las que tuvo que recurrir para estabilizar el mercado cambiario, generaron un combo nocivo para nuestro rubro. Los sectores de la construcción y de la industria, que son los principales consumidores de garantías, se vieron golpeados. Bajo este escenario, la generación de negocios nuevos se vio resentida por la menor inversión en obra pública y se registró un incremento en la frecuencia de reclamos recibidos debido a la mala situación financiera y económica de las empresas. Estamos en un período en el cual debemos tener mucho cuidado con la suscripción, a la espera de que la situación se estabilice y que los índices de siniestralidad vuelvan a acomodarse en sus promedios históricos.
¿Qué medidas podrían implementarse para que este ramo alcance un mayor desarrollo?
Las alianzas público privadas son una buena alternativa para compensar el estancamiento de la obra pública tradicional, aunque el lanzamiento de nuevos contratos de PPP quedó demorado y a la espera de que mejore la situación cambiaria y se estabilice el contexto para viabilizar ese tipo de proyectos. Puede haber negocios en el área de energía, pero las condiciones para obtener financiamiento con un riesgo país tan alto son complicadas. Si esta situación se normaliza, puede generarse un impulso fuerte en el seguro de caución. El formato de Proyectos PPP es un mecanismo que dio buenos resultados en otros países y que se presenta como una herramienta efectiva para poder avanzar con obras en sectores claves de la economía en momentos de ajuste fiscal como el actual, ya que el financiamiento es provisto por la empresa adjudicataria en su totalidad.
¿Qué productos de caución están siendo más demandados actualmente?
A pesar de la situación general del sector, afortunadamente hubo nichos en donde sí se evidenció una mayor inversión, como es el caso de las energías renovables y la exploración de gas y petróleo en la zona de Vaca Muerta, lo cual permitió garantizar varios proyectos que requieren un abanico de coberturas muy variado y que, en cierta forma, permitió al mercado paliar, en alguna proporción, los efectos adversos de la reducción en la obra pública tradicional.
¿Qué importancia tiene la tecnología para este ramo?
El avance de la tecnología tiene gran impacto en el negocio desde varias aristas distintas. En los últimos años vimos cómo se mejoraron y dinamizaron los procesos de suscripción, emisión, interfaz y comunicación con los clientes. En cuanto al proceso de suscripción, el gran acceso a la información con el que contamos hoy permite tomar mejores decisiones al momento de analizar un negocio, sumado al mayor dinamismo que se logra con la mejora en los procesos de solicitud de póliza que se realizan a través de las distintas plataformas disponibles. Por el lado de la emisión, hoy en la Argentina ya se cuenta con un sistema de emisión digital con la Aduana, el cual creemos que, con el tiempo, va a ir replicándose en cada vez más asegurados. Esta modalidad genera grandes beneficios operativos y medioambientales.
¿Cómo evolucionó la operatoria de la compañía en el primer semestre del presente ejercicio?
La compañía cerró el primer semestre del ejercicio 2018/2019 con una producción de 282 millones de pesos, casi un 40% arriba del mismo ejercicio del año anterior. Esto muestra un buen desempeño respecto al promedio del mercado, el cual creció un 36% en el mismo período. Más allá del parate que se registró en la economía del país en esos meses, logramos mantener un índice de crecimiento adecuado.
¿Qué objetivos comerciales se plantearon para 2019?
Comenzamos el año 2019 con una proyección de crecimiento del 25%, aunque ya estamos analizando la necesidad de hacer ajustes en función de los nuevos índices de inflación estimados (superiores al 35% anual). Nuestro objetivo para este ejercicio no es muy ambicioso en cuanto a crecimiento debido a las bajas expectativas de generación de nuevos negocios. Creemos que la principal prioridad para este año es cuidar y mantener la rentabilidad de la compañía, más allá del crecimiento en la prima. Estamos en un período en el cual debemos prestar especial atención a la suscripción y a la cobranza, procurando mantener bajo control el nivel de reclamos, y reducir los días en la calle de la deuda.