En el marco del Día de la Conservación del Suelo, que tuvo lugar el 7 de julio, desde Galicia Seguros elaboraron la siguiente columna.
Preparar el suelo es clave en la agricultura ya que afecta la producción de cultivos y el medio ambiente. La manera en que trabajamos la tierra influye en la salud de los cultivos, la productividad agrícola y la sostenibilidad general del sistema. Un buen manejo del suelo facilita que las plantas absorban nutrientes y desarrollen bien sus raíces, aumentando la productividad.
María Fernanda Muñoz, líder del Segmento Agro en Galicia Seguros, expresó: “Existen numerosas iniciativas a nivel mundial y local que buscan reducir la huella de carbono en la agricultura, como certificaciones agrícolas sostenibles, programas de agricultura climáticamente inteligente, incentivos para la adopción de prácticas agrícolas sostenibles y proyectos de compensación de carbono”.
Camelina
En este contexto, en los últimos años se introdujo en la Argentina un nuevo cultivo que ganó protagonismo: la camelina. Este cultivo se utiliza como materia prima ultra-baja en carbono para producir combustibles renovables y como ingrediente en alimentos para animales con alto contenido proteico.
Desde el punto de vista agronómico, la camelina ocupa el lote durante el invierno, consume poca agua y aporta beneficios como cualquier cultivo de cobertura. Además, añade carbono al sistema, intensifica las rotaciones y mantiene el suelo vivo y cubierto durante el invierno. “Por eso, desde Galicia Seguros apoyamos este tipo de cultivos, para que nuestros clientes se animen a diversificar sus rotaciones y promover la sostenibilidad”, afirmó Muñoz.
Suelo
También hay que tener en cuenta que el exceso en la preparación del suelo puede ser perjudicial. La labranza intensiva y el uso excesivo de maquinaria pesada pueden degradar el suelo y disminuir su biodiversidad.
En resumen, la preparación del suelo tiene un gran impacto en la producción agrícola y el medio ambiente. Es fundamental adoptar prácticas sustentables que promuevan la salud del suelo, la productividad agrícola y la conservación del medio ambiente a largo plazo.
Sostenibilidad
Algunas acciones y prácticas que se están implementando para mejorar la salud del suelo y promover la sostenibilidad en la agricultura incluyen:
– Labranza mínima o cero labranzas. Reducir o eliminar la labranza ayuda a mantener la estructura del suelo, reducir la erosión y mejorar la retención de agua y nutrientes.
– Rotación de cultivos. Rotar diferentes cultivos en una misma parcela mejora la fertilidad del suelo, reduce plagas y enfermedades y promueve la biodiversidad.
– Cultivos de cobertura. Sembrar cultivos de cobertura protege el suelo de la erosión, mejora su estructura, aumenta la materia orgánica y suprime las malas hierbas.
– Uso de abonos orgánicos. Utilizar abonos orgánicos en lugar de fertilizantes químicos mejora la fertilidad del suelo, aumenta la materia orgánica y reduce la dependencia de insumos externos.
– Prácticas agroecológicas. La agroecología promueve la sostenibilidad agrícola integrando conocimientos tradicionales y científicos, respetando la biodiversidad y promoviendo sistemas agrícolas resilientes.
Seguros
Así, el sector de los seguros tiene un rol clave en la gestión y mitigación de riesgos relacionados con el cambio climático, ofreciendo protección contra pérdidas financieras y ayudando a mantener los negocios en un mundo en constante cambio.
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