La revista Todo Riesgo entrevistó a Nicolás Fontela, director de la insurtech OK TECNICO.
– ¿Cómo están viendo el comportamiento siniestral de automotores?
– La siniestralidad de automóviles claramente recuperó el comportamiento de la prepandemia. El problema es el “efecto mariposa”. La coyuntura económica mundial cambió las posibilidades de producción de vehículos en todo el mundo, lo cual hace replantear las estrategias de venta y de posventa en toda su cadena de valor. Allí se encuentran las aseguradoras, que sufren una nueva amenaza que afecta los costos y la experiencia de sus clientes.
Contexto
– ¿Podría mencionar ejemplos de ese “efecto”?
– Hay dos situaciones concretas: la pandemia y la guerra. La pandemia desaceleró la economía mundial. Las fábricas de automóviles estuvieron meses sin producir y en el camino desaparecieron autopartistas que no pudieron sostenerse. Cuando estas fábricas retomaron las actividades, descubrieron una menor oferta de proveedores y un incremento de precios debido a la falta de insumos, que atenta contra el ritmo de producción que el mercado vuelve a demandar.
Luego vino la guerra: Rusia es uno de los mayores productores de gases y minerales, como el magnesio, el aluminio, el cobre, el silicio y el vanadio a nivel mundial (insumos para la producción de automóviles). Al cerrar su economía, las terminales se vieron afectadas en cuanto a la obtención de materia prima, aumento de precios y repercusión en la cadena de valor, entre los que se encuentran la provisión de repuestos y las compañías de seguros.
Seguros
– ¿Cómo interfiere todo ello en la industria aseguradora?
– En el mundo hay quince países que producen vehículos. Si una marca produce 1,2 millones de unidades al año (como es el caso de una ensambladora en la Argentina), pero tiene capacidad para elevar su producción por encima de los 2 millones, sale a buscar autopartes y debe elegir entre incrementar la producción o atender la posventa. Claramente, es más rentable vender autos que vender repuestos. Así, la situación actual repercute en los costos y en los tiempos de entrega (reservas) y afecta negativamente el resultado técnico de las aseguradoras.
Plataformas y repuestos
– ¿Poseen alguna métrica que refleje esta situación?
– Lo vemos reflejado a través de la información que gestionamos a través de Valua y Claimtracker, dos plataformas de desarrollo propio específicas para siniestros utilizadas por once compañías (cuatro locales y siete en el exterior). Medimos la evolución de los costos y de los tiempos de gestión. Reflejamos una tendencia creciente y preocupante que las aseguradoras deberán salir a atender como sea. La participación de los repuestos en el costo medio de reparación hoy representa el 70%. Los tiempos de entrega pueden variar según la procedencia, pero en promedio rondan en 17 días entre la compra y su entrega.
– ¿Qué podrían hacer las compañías para apalear este flagelo?
– Deben poner el foco en la gestión de repuestos. Hay aseguradoras que utilizan plataformas para la gestión de compra de repuestos al “precio más bajo” y otras que creen hacerlo, pero no lo hacen. Un aumento del 10% del costo siniestral representa 1,5 millones de dólares al año por cada 100 mil vehículos expuestos a riesgo. Resulta fundamental que las áreas técnicas trabajen con las áreas de siniestros e incluyan la canasta de repuestos en sus análisis. Hay autos de un mismo segmento con costos de reparación muy diferentes.
Siniestros
– ¿Cómo se proyecta el mercado en materia de siniestros?
– Seguirá habiendo cambios en la manera de gestionar y analizar la información. Continuamos con el desarrollo de modelos predictivos de valuación de daños basados en inteligencia artificial y el año próximo lanzaremos una nueva plataforma que servirá como herramienta de pricing, apalancada en la información de Valua.
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