LatinoInsurance realizó un estudio en base a una encuesta a 21 directivos de las asociaciones de aseguradoras de la Federación Interamericana de Empresas de Seguros (FIDES). La misma se llevó a cabo entre los meses de junio y agosto de 2020. El objetivo fue conocer cómo el mercado asegurador está afrontando la crisis desatada por la pandemia. También evidenciar las medidas que se están tomando como desafíos por avizorar.
La encuesta se dirigió a todos los miembros de FIDES, siendo sus principales ejecutivos los que colaboraron con sus opiniones. Cabe destacar que respondió el 100% de los directivos consultados. Asimismo, la encuesta tomó en cuenta las regiones Norte (Estados Unidos, España y México), Sur (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay), Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) y Centro América y El Caribe (Costa Rica, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá).
Resultados
En cuanto a las ventas, el 89% de los encuestados considera que las mismas disminuirán debido a la fuerte desaceleración de la actividad económica. “Toda esta situación está poniendo a prueba la solidez de las compañías y la forma de manejar el negocio. Sin embargo, puede ser una oportunidad para volverse creativos fortaleciendo la relación con los clientes sin verse perjudicadas a nivel económico y reputacional. Por lo tanto, el desafío está en tomar acciones rápidas y efectivas para mantener los clientes y conservar, en lo posible, la rentabilidad del negocio, en tanto se planifica proactivamente cómo innovar en un futuro inmediato”, reflexionaron.
Por su parte, un 83% piensa que las utilidades también se verán afectadas. Hay varias razones al respecto. Por ejemplo, el incremento de siniestros en los ramos de salud y vida derivados de la afectación directa por COVID-19. También la cancelación de pólizas de autos que están sin circular o de otras pólizas por falta de ingresos de los asegurados o la reducción de la actividad empresarial.
Riesgos
Respecto de los riesgos que más preocupan a los directivos sobresalieron los siguientes: reducción de ventas (79%), no renovación de clientes (70%), incremento de cuentas por cobrar e iliquidez (69%), control de costos (57%), aumento de la siniestralidad (56%) y cumplimiento de inversiones para cobertura de obligaciones técnicas (51%). Otros riesgos de menor preocupación se engloban en fraude por parte de los asegurados (46%), inseguridad jurídica (46%), riesgo cibernético (43%), mantenimiento del personal (43%) y falta de apoyo de los reaseguradores (39%).
En otro orden, el 83% de los encuestados para el estudio de LatinoInsurance considera que los organismos de control flexibilizaron las exigencias regulatorias en el escenario de COVID-19. El estudio también mostró que la gran mayoría de las asociaciones se encuentran operativas mediante el teletrabajo.
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