Todo Riesgo dialogó con Luciano Rey, gerente general del Instituto del Seguro de Entre Ríos, sobre la operatoria de la empresa en materia de recursos humanos durante la pandemia.
Respecto del teletrabajo, el directivo señaló que “el mismo fue implementado en la compañía de manera urgente debido a la pandemia, sin haber sido planificado con antelación o contar con antecedentes. A pesar de ello se logró una rápida adaptación a esta modalidad de trabajo, sin resentir la operatividad. Los primeros días se requirió un alto esfuerzo de los equipos de sistemas. Estos debieron trabajar arduamente para llevar la conectividad a cada uno de los empleados, realizar los soportes y generar actualizaciones tecnológicas. Este nuevo escenario implicó cambios y desafíos tanto para la empresa como institución como para cada uno de los recursos humanos que la conforman”.
Asimismo, prosiguió Rey, “se implementaron nuevas tecnologías por necesidad. Sobre todo aquellas que ayudan a brindar una mejor atención a los asegurados por canales digitales. Se digitalizaron ciertos circuitos administrativos con mucha agilidad. Estos procesos insumieron un tiempo mucho menor al que hubieran requerido previo a la pandemia”.
Cambios y desventajas
El teletrabajo generó la necesidad de cambiar la medición de rendimiento en horas de presentismo a la medición de tareas cumplidas, sostuvo el ejecutivo. “Esto ayuda a tener una visión más de resultado y eficiencia que de horas laborales. Por otro lado, detectamos que la plasticidad del personal y la complementariedad de los roles favoreció a una transición al teletrabajo de manera armónica. Aunque no por ello sin el estrés del caso y la puesta a prueba de la capacidad de adaptación”, describió.
Según Rey, las desventajas más notorias del teletrabajo “estuvieron relacionadas a la necesidad de reconvertir algunos roles que exigían la estricta presencia física. También el requerimiento de sensibilización sobre el formato de teletrabajo y las capacidades informáticas de una parte mínima del personal. Algunas tareas se individualizaron al punto tal de comenzar a enajenarse de la empresa por la falta del contacto directo con el equipo y las instalaciones habituales. Esto nos plantea un nuevo desafío a futuro si pretendemos pensar la continuidad de esta forma de trabajo y seguir manteniendo como premisas la humanidad y el desempeño en equipo”.
Dinámicas y eficiencia
El directivo también consideró que el aislamiento intensificó o puso en evidencia las mismas dinámicas que se habían estado llevando a cabo previamente. “En los equipos donde había falta de comunicación, los inconvenientes derivados se agravaron. En los equipos que venían funcionando teniendo en claro los objetivos, los métodos y con un liderazgo bien trazado, se optimizaron procedimientos y se reinventaron las reuniones haciendo de lo virtual un hábito saludable. Cambiar nuestra cultura tan acostumbrada a la presencia física será un proceso que nos llevará tiempo para adecuarnos. Pero es un cambio de paradigma del que estamos deseosos de ser parte”, destacó.
Consultado sobre el personal que vio afectada su eficiencia laboral por el teletrabajo, Rey precisó que “sólo advertimos la disminución de eficiencia en los casos en que la tarea necesita presencia física en las instalaciones de la empresa por ser circuitos administrativos con expedientes papel que no estaban digitalizados. A partir del pasado 20 de marzo logramos adaptarnos rápidamente y transformamos los circuitos a fin de resolver las necesidades físicas. De todas formas, siguen existiendo tareas que desde el teletrabajo requieren mayor coordinación y esfuerzo”. Por su parte, agregó, “la conectividad y las fallas de Internet fueron una complicación que en ocasiones provocaron una baja en el rendimiento del teletrabajo. Nos esforzamos en mejorar las condiciones de conectividad y pusimos a disposición dispositivos móviles”.
Continuidad y reforma edilicia
En cuanto al porcentaje de la fuerza laboral que continuará con la modalidad de teletrabajo una vez que finalice el aislamiento, el ejecutivo manifestó que “podríamos aspirar a implementar una modalidad mixta en la que un 20% del personal realice teletrabajo a través de un nuevo esquema y estrategia de funciones y objetivos. Esta nueva situación implicará la necesidad de diseñar nuevos métodos de relación entre los equipos de trabajo. También nuevas formas de liderar los equipos y mayor coordinación y gerenciamiento del capital humano”.
Finalmente, el gerente general del Instituto del Seguro de Entre Ríos indicó que la posibilidad de reforma edilicia “se fundamenta no en un achicamiento de las instalaciones sino en una conversión de las oficinas en espacios de co-working y salas de reunión. El objetivo está puesto en mejorar las condiciones para aumentar la productividad, pretendiendo mantener el nexo y fomentar el sentido de pertenencia haciéndole saber al empleado que siempre tendrá su lugar en la empresa”.
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