Todo Riesgo conversó con Jesús Prieto, gerente general de Reaseguradores Argentinos SA (RASA). “El mundo cambió, sin duda, tras el COVID-19. Todos nos vimos obligados a cambiar modos, comportamientos y costumbres. Las formas de producción y de trabajo sufrieron sus efectos y se adaptaron para sobrevivir. Esta situación motivó grandes cambios internos en RASA, siempre pensando en cómo brindar el mejor servicio y cubrir todas las necesidades de las cedentes. Este anhelo debíamos cumplirlo en un corto plazo. Hoy, que podemos tomar distancia de aquellos momentos, podemos decir junto a nuestras cedentes que siempre estuvimos sorteando todas las situaciones planteadas por sus asegurados. Impactos hubo muchos; por describir algunos: teletrabajo, comités de crisis, protocolos de convivencia, inspecciones virtuales, firmas digitales, horarios extensos, etc. Todo lo enunciado llegó para quedarse. Ya forman parte de la operatoria y del servicio de nuestra reaseguradora”, aseguró.
Asimismo, Prieto dio a conocer que el alcance territorial de RASA “incluye todo el país ya que las cedentes desarrollan, en su gran mayoría, seguros en las provincias y la Ciudad de Buenos Aires. También operamos en Paraguay. Ofrecemos todas las capacidades que necesitan las cedentes, ya sea en ramos tradicionales de automotores, incendio y seguro técnico, o generamos nuevas coberturas según las necesidades del mercado, tal como lo hicimos con la creación del seguro de caución ambiental”.
El directivo sostuvo que “nuestra filosofía es acompañar el crecimiento de las cedentes con apoyo técnico y cursos de capacitación, tal como lo hicimos durante nuestros 28 años de experiencia con nuestro pool Agrupación Stop Loss Bureau de Reaseguros. En definitiva, trabajamos todos los días para generar un valor agregado que beneficie a todas y cada una de nuestras cedentes”.
Reaseguro nacional e internacional
Abordado sobre el panorama del mercado de reaseguros nacional ante la escasez de dólares en la Argentina, Prieto señaló que “en el reaseguro local se nota una constante participación de las reaseguradoras. Suscriben mayores participaciones en los contratos de reaseguro y cumplen perfectamente sus obligaciones. Esta situación siempre se plantea cuando no hay capacidad ofrecida o buen costo del mercado internacional o cuando nuestro país pasa por una situación económica compleja. Podemos garantizar que el reaseguro nacional, a nueve años de su implementación, está preparado para continuar dando respaldo reasegurativo de buen nivel. La escasez de dólares no generó hasta la fecha inconvenientes en la cancelación de los saldos adeudados al reaseguro internacional. Los diversos controles por parte del Banco Central no ocasionan retrasos en las cancelaciones de saldos”.
Sobre los efectos de la pandemia en la industria de reaseguros internacional, el ejecutivo sostuvo que “tras conocer informes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o de The Insurance Information Institute, los aseguradores, en general, probablemente se verían afectados por una fuerte desaceleración de la actividad económica. Esto socavaría el crecimiento y tal vez incluso contratar exposiciones asegurables. Al mismo tiempo, la disminución de los tipos de interés pesará mucho en todo el sector de los seguros y los reaseguros”.
Prieto agregó que el impacto sobre los ingresos (primas) del sector también se dejará notar “tanto por la caída de la actividad en el caso de los seguros generales como por la profundización y la extensión de un escenario de evolución real negativa en el caso del ramo vida. La siniestralidad, por su parte, tendrá efectos específicos en algunos tramos, pero su impacto agregado creemos que será de menor entidad que el de los ramos enunciados anteriormente”.
Perspectivas para 2021
A mediados del próximo año, prosiguió, “en la pos vacunación, seguramente se empezará a reactivar la economía de manera paulatina. Allí se verán los efectos en las aseguradoras y las reaseguradoras producidos por el COVID-19 en su paso por el presente año. A medida que esta situación evolucione, se espera que los aseguradores continúen sirviendo de amortiguadores para la economía y la sociedad. De todas maneras, la industria se prepara para grandes siniestros derivados del COVID-19 y debería estar bien capitalizada para cualquier afluencia de reclamaciones. También se ayuda a las aseguradoras en gran medida al reasegurar gran parte de sus carteras de negocios, que es una de las formas en que la industria puede distribuir el riesgo”.
Finalmente, el gerente general de RASA analizó las perspectivas para 2021. “Se prevé un endurecimiento del mercado internacional por reducción de capacidad, determinados siniestros (catástrofes naturales, incendios forestales, accidentes, RC, etc.), aparición de coberturas de riesgos emergentes con potencialidad siniestral (ciberriesgos, riesgos medioambientales, pandemias, etc.) o suba de precios en las renovaciones del reaseguro, que se venía produciendo antes de la irrupción del coronavirus. El mercado nacional creemos que continuará creciendo en la participación de la suscripción de riesgos”, concluyó.
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