Más allá de los analistas que quieren que la Argentina firme rápidamente un acuerdo recesivo con el FMI (sin reparar en el costo social y despreciando los verdaderos efectos económicos que este provocaría), el país tiene tiempo para negociar un acuerdo satisfactorio que no sacrifique el crecimiento ni la recuperación del empleo y del salario.
Exportaciones
No es cierto que la Argentina se enfrenta al peligro de la cesación de pagos. En primer lugar, estamos frente a una cosecha fina record. El trigo y la cebada proporcionarán un nivel de exportaciones de unos 5 mil millones de dólares. La cosecha ya está avanzando y, en general, su impacto en divisas se concentra en diciembre, enero y febrero.
Debe tenerse en cuenta que las cosechas no son lo único que exporta Argentina. Hoy estamos frente a un nivel de exportaciones mensuales de 6 mil a 8 mil millones de dólares. Esto incluye no sólo la valorización de los granos a través de un proceso de industrialización, sino la exportación de manufacturas de origen industrial. Se viene alcanzando récords de exportaciones de automotores. Los análisis pesimistas también dicen que un auto tiene un 70% de componentes importados. En ese sentido, un 30% del valor como saldo neto; la generación de empleo calificado no sólo para las automotrices sino para las autopartistas (que también exportan); y una importante recaudación impositiva, son beneficios a tener en cuenta.
Superávit
Pero no son los automotores las únicas manufacturas de origen industrial que se exportan. La Argentina este año se aproxima al récord de producción de automotores en el país con un aumento del 35% respecto a 2020. Las exportaciones superarían en 2021 los niveles de la prepandemia. Crecieron un 89% y llegan a la mayor parte de Sudamérica y también al norte de Africa. En 2021 se exportarán unos 6 mil millones de dólares en automotores.
Pero desde ya no son solo los autos. Se exportarán en total 16 mil millones de dólares en manufacturas de origen industrial y 30 mil millones en manufacturas de origen agropecuario.
El superávit comercial ya permite un superávit en el total de transacciones internacionales, que son pesadas en nuestro país por la carga de interés, beneficios, patentes, fletes, etc. La Argentina, pese a las indudables maniobras que genera la brecha cambiaria, tiene un año de liquidación récord de divisas. Esto permitió sostener un importante nivel de cancelación de deuda, sin ingresos de nuevos fondos. Las exportaciones crecen a pesar de que se afirma que el gobierno las inhibe. Y las importaciones crecen rápido aunque se afirma que el gobierno las restringe. Es cierto que hay áreas donde se siente la falta de insumos. Pero ello no fue óbice para el crecimiento sostenido de la producción industrial.
Deuda
La debilidad en la posición de reservas en estos últimos meses del año se debe en gran medida a las demoras en la liquidación que generaron las expectativas y tanta opinión de economistas y periodistas muy politizados.
Pero lo cierto es que los pagos internacionales están respaldado por abundantes ingresos de exportaciones y el avance de la cosecha de trigo con ventas del cereal que proseguirán siendo sostenidas en los próximos meses. Se sabe además que en diciembre hay grandes liquidaciones de divisas en el dólar oficial y en el “blue” de las empresas para el pago de aguinaldo y vacaciones.
Entonces, se habla de que los excedentes financieros que se generan en el verano harán que, en el mejor caso, en marzo ya falten divisas. Sin embargo, aun en ese caso, no existe ningún problema en pedir un waiver (perdón) al FMI hasta que comiencen a llegar los dólares de la cosecha gruesa, que son muy significativos, como se sabe. La continuidad del elevado nivel de exportaciones está garantizada por la aceleración ya en marcha de la tasa mensual de devaluación y los pronósticos de elevadas cosechas. Porque el agro, pese a los cuestionamientos, sigue sembrando y equipándose.
Quienes afirman que la Argentina tiene que devaluar con urgencia son los que, por lógica, siempre aspiran a un mejor tipo de cambio para sus exportaciones y tienen pocos insumos provenientes de la importación, aquellos que relegan el mercado interno y el nivel del salario real. Sin duda son sectores importantes de la economía argentina, pero no hay que gobernar para ellos. Hay que gobernar para todos.
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