La Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) y los ministerios de Trabajo, Empleo y Seguridad Social y de Mujeres, Géneros y Diversidad presentaron un informe sobre desigualdad de género en el mercado laboral argentino. En la investigación se analizan distintas dimensiones y características que presentan inequidades de género y que, de diversas maneras, dificultan el desarrollo laboral y económico de las mujeres. Los datos empleados son de la Encuesta Nacional a Trabajadores sobre Condiciones de Empleo, Trabajo, Salud y Seguridad (ECETSS) de 2018.
Violencia laboral
Según consta en el informe, la principal fuente de agresiones tanto hacia las trabajadores mujeres como varones proviene de personas externas al establecimiento laboral. 27,2% de las trabajadoras sufrieron al menos una agresión de clientes, pacientes, alumnos u otras personas ajenas a la empresa. Fue algo menor el porcentaje para los varones, con una exposición de 23,7%.
Respecto a la violencia laboral impartida por superiores, constan dos medidas. La primera identifica situaciones de agresión por parte del jefe/a o empleador/a, mientras la segunda refiere a amenazas de despido. En la primera, la exposición fue prácticamente igual entre mujeres y varones (12,7% versus 12,9%). En cambio, los varones sufrieron en mayor medida amenazas de despido (12,1% vs. 8,5%).
La percepción de agresiones por parte de compañeros de trabajo es mayor en las mujeres. El 12,9% de las mujeres y el 9,5% de los varones manifestaron haber sufrido una situación de este tipo.
A su vez, la exposición a situaciones de acoso moral, hostigamiento y/o maltrato psicológico fue mayor en el caso de las mujeres que en los hombres (13,4% vs. 9,7%). Las trabajadoras sufrieron más del doble de situaciones de acoso sexual (2% vs. 0,9%).
Salud y prevención
Las desigualdades e inequidades laborales entre mujeres y varones impactan también sobre su salud. La ECETSS permitió analizar estos efectos a través de indicadores que analizan la relación trabajo-salud en forma directa (ocurrencia de accidentes y enfermedades relacionadas) y otros referidos a la salud general.
Al respecto, el estudio concluyó que cuanto más profundas son las deficiencias en materia de empleo y condiciones de trabajo, mayores son los eventos negativos en la salud de las personas trabajadoras.
Los accidentes prevalecieron más entre los varones (8,1% vs. 4,5%) y las enfermedades relacionadas al trabajo fueron más reportadas por las mujeres (8,8% vs. 6,4%). En relación al estado de salud general, las mujeres declararon que su salud es mala o regular en el 15,4% de los casos, mientras que los hombres lo hicieron en el 13,7%. Asimismo, dos de cada diez mujeres se percibió con un bienestar psicofísico bajo (menor a un score de 50), mientras que esta condición afectó al 15,6% de los varones.
Por último, en el informe se destaca que las actividades con mayor proporción de trabajadoras que perciben niveles de salud general y psicofísica bajos fueron el comercio, el trabajo doméstico en casas particulares y la enseñanza.
El informe completo puede leerse aquí.
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