Una recuperación económica que todavía no genera nuevos empleos –en el primer trimestre el PBI creció 1,0%, mientras que el número de desocupados continua un 7,1% más alto si se lo compara con el mismo período del año pasado- resulta en un ritmo desigual de contratación entre seguros para empresas, más dinámica, y para personas. Esto es lo que demuestra un estudio de la Confederación Nacional de las Aseguradoras (CNseg).
De acuerdo con este trabajo, el PBI de Brasil tuvo una recuperación en “V”, mientras que el empleo, en la mejor de las hipótesis, se recuperó mucho más lentamente, en una reacción más parecida a un formato de “U”. La divulgación del PBI trimestral de 2021 ratifica esta tendencia al apuntar su vuelta al nivel pre-pandemia, mientras que la ocupación, medida por el Estudio Nacional por Modelo de Domicilios (PNADC por sus siglas en portugués) del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas, contabiliza 6,6 millones de ocupados menos en la comparación con el primer trimestre de 2020.
El relevamiento de la CNseg señala que no hubo crisis para las actividades financieras, de seguros y servicios. Y su ritmo de crecimiento aumenta, llegando al 5,1% en el primer trimestre de este año impulsado, probablemente, por dos factores: el uso del ahorro de precaución, acumulado por las clases más favorecidas a lo largo del año pasado, y los lucros de productividad, a través de una amplia adopción del trabajo remoto y de ventas y operaciones por medios digitales.
Sin embargo, el volumen de desocupados –grave problema social- parece impactar poco al crecimiento agregado de la economía, que se recupera, al menos en este primer momento, en sectores menos intensivos en mano de obra y mayor productividad (como el agropecuario y los ya citados servicios financieros), indica la CNseg. En seguros, se concluye que la contratación por personas físicas sufrió proporcionalmente más que los seguros volcados a las personas jurídicas. El año pasado seguros típicamente contratados por las personas tuvieron una contracción de 0,4% en su recaudación, mientras que los productos para las empresas presentaron un crecimiento del 19,3%.
El ritmo de las modalidades corporativas e individuales es heterogéneo. En los tres primeros meses del año, ambas exhibieron una tendencia positiva, pero con un crecimiento del 8,8% en los seguros de personas físicas y de un 25% en los seguros para personas jurídicas. El “atraso” en la contratación por personas físicas tiene una relación directa con la contratación en el mercado de trabajo y con el ingreso de las familias. “No obstante, vale enfatizar que, incluso en los seguros para personas, esta recuperación probablemente ocurra porque el típico consumidor de seguros es el mismo que impulsa el crecimiento del PBI de las actividades financieras, un público que fue menos afectado por la caída del empleo y los ingresos”, concluyó la CNseg.
La Confederação Nacional das Empresas de Seguros Gerais, Previdência Privada e Vida, Saúde Suplementar e Capitalização (CNseg) aglutina las empresas que componen el sector de seguros, reunidas en sus cuatro federaciones (FenSeg, FenaPrevi, FenaSaúde y FenaCap). Su principal misión es la de contribuir al desarrollo del sistema de seguros privados, representar a las empresas que la integran y diseminar la cultura del seguro, contribuyendo al progreso de Brasil. Para más información sobre la institución, ingresar a su sitio web.
*Traducción: Bruno Levy
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