Mejoras en las expectativas. Noviembre comenzó con un comportamiento favorable de los mercados que parece reafirmar la tendencia observada en los días previos.
Se interrumpe así una peligrosa corrida cambiaria, aunque las cotizaciones de la divisa no controladas continúan en valores históricamente muy altos y el precio de los bonos corresponde a una economía en default. Los cambios permiten vislumbrar una luz al final del túnel, pero aún falta mucho para que se consoliden.
La mejora en las expectativas que traducen las cotizaciones de los activos financieros responde a diferentes causas. En primer lugar, el gobierno parece haber recuperado, a través de la colocación de bonos ajustados por dólar, la capacidad no solo de obtener financiamiento, sino también de cancelar parte de la emisión monetaria que estuvo solicitando para cubrir el gasto. Además, se asume un compromiso de no emitir en estos dos meses que restan del año.
Recaudación, FMI y exportaciones
Por otra parte, la recaudación volvió a mostrar en octubre un aumento superior a la inflación. Esto, unido a políticas de contención del gasto, estaría haciendo posible una mejora en la situación fiscal. Se advierte que el nivel del gasto podría ser menor al presupuestado.
Asimismo, el FMI ratificó pronósticos favorables sobre la economía y parecen mejorar las perspectivas de un acuerdo con la institución para reprogramar los vencimientos de año próximo. Incluso, es posible la obtención de fondos adicionales para recomponer las reservas.
También se notó un impacto positivo en las exportaciones de soja, un reflejo favorable de la disminución de retenciones.
No puede dejar de mencionarse que se produjo un desenlace de hechos violentos que causaron preocupación en el empresariado y que fortalece la imagen del gobierno.
De todas formas, está claro que la extrema vulnerabilidad del sector externo que viene desde mediados de 2018, sumado al deterioro fiscal resultante del confinamiento, determinan un bajo nivel de confianza de los agentes económicos. Pero está en recuperación. Si se profundiza el camino y se logra implementar acuerdos intersectoriales y políticas activas que favorezcan la reactivación, podría salirse del pesimismo agobiante de los últimos meses.
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