Un contrato de seguros no es ni más ni menos que un acuerdo entre dos o más partes sustentado en una promesa: una de pago por parte del asegurado y una de resarcimiento ante un siniestro por parte de la aseguradora. Para la aceptación o no de esa promesa, hay un requisito fundamental que debe estar presente: la confianza.
En épocas de digitalización como la que estamos viviendo, acelerada abruptamente en los últimos tiempos, el desafío del sector asegurador pasa por llevar esa premisa a un contexto con menor contacto humano -pero sin perder de vista la necesidad e importancia de éste- y con mayores requerimientos de velocidad para una respuesta ya que el cliente quiere una buena experiencia y que se cumpla lo que le prometieron y rápido.
Confianza
“La forma en que usamos lo digital hoy no será la misma manera que lo hará la próxima generación. Las innovaciones tecnológicas cambiarán la forma en que manejamos nuestra salud, nuestra movilidad, nuestras propiedades y posesiones, nuestro trabajo y mucho más. Aún quedan muchas fronteras digitales por cruzar. Todavía necesitamos construir y desarrollar la confianza digital”, señala en un reciente informe Christoph Nabholz, director del Investigación del Swiss Re Institute. En dicho instituto desarrollaron una metodología para comprender lo que significa la confianza en un contexto digital. Asimismo, lo graficaron a través de una infografía que denominan “la pirámide de confianza digital”.
Construir confianza puede llevar años, perderla sólo minutos. La confianza se debe alimentar, adaptar a las nuevas necesidades/tendencias y a los nuevos medios, pero por sobre todas las cosas se debe valorar y cuidar.
El estudio de Swiss Re Institute hace referencia a una serie de “determinantes de la confianza digital”, algunos de ellos particularmente con foco en la actividad aseguradora. Por ejemplo, resalta que esa confianza digital no ocurre en un solo lugar, sino a lo largo de toda la cadena de valor. “Puede involucrar el diseño del producto, ventas y distribuciones, suscripción, fijación de precios y evaluación de riesgos, y reclamos. Cuanto más hablen estas funciones entre sí, mayores serán los niveles de confianza que puedan generar”, sostienen.
Tecnología
En ese marco, debemos resaltar la importancia de contar, en primer lugar, con una estrategia para identificar los diferentes puntos de contacto con sus clientes y las necesidades de éstos. En segundo, con una tecnología acorde para dar respuesta a las mismas. Es necesario una tecnología flexible, ágil, capaz de adaptarse a los diferentes requerimientos y en constante evolución, porque es imposible pensar que la compañía evolucione y la tecnología no acompañe.
Desde Charles Taylor InsureTech estamos preparados para ello. De allí, nuestra más reciente propuesta integral: InHub. Como especialistas en seguros y con una mirada global, nos encontramos a disposición para colaborar con las aseguradoras en el diseño de su nueva estrategia, respaldar con tecnología el viaje del cliente a lo largo de la vida de su seguro y adaptar su estado de situación actual a los requerimientos futuros a través de una herramienta viva que se encuentra en permanente evolución. Y lo más importante, teniendo todo en un solo lugar.
Columna elaborada por Charles Taylor InsureTech.
Seguinos en las redes:
LinkedIn: https://bit.ly/TodoRiesgoLinkedIn
Twitter: https://bit.ly/TodoRiesgoTwitter
Facebook: https://bit.ly/TodoRiesgoFacebook
YouTube: https://bit.ly/TodoRiesgoYouTube
