Según el Observatorio de Seguridad Vial de la Ciudad de Buenos Aires, durante 2017 hubo, sólo en la Ciudad de Buenos Aires, 151 muertes por siniestros de tránsito. De esta totalidad, el 34,3% fueron peatones. En este sentido, el equipo de seguridad vial de CESVI Argentina realizó un relevamiento sobre la conducta de los peatones. Para ello, se llevó a cabo una recopilación de más de 1.500 datos en las diez esquinas más siniestradas de la Ciudad de Buenos Aires, teniendo en cuenta también rangos de edad, señales de tránsito y direcciones de cruce. El método de elección de los peatones fue determinado por un temporizador que emitía un sonido cada un minuto y permitía al observador modificar el peatón observado. De esta forma se eliminó toda subjetividad posible.
Los peatones tecnológicos son los actores del tránsito que caminan por la ciudad utilizando aparatos tecnológicos como celulares y reproductores de música, entre otros, aislándose del entorno y aumentando la posibilidad de provocar o sufrir siniestros. Mirar el celular, escuchar música y contestar un mensaje son las conductas más recurrentes de esas personas. A raíz de estos nuevos comportamientos, y del estudio realizado, se extrajo como conclusión que el 50% de los peatones observados muestran alguna distracción al circular por la vía pública. De esa totalidad, el 40% está usando el celular al cruzar la calle.
Esta distracción se denomina ceguera atencional, es decir, mirar el móvil mientras se camina. Los estudios de CESVI Argentina demuestran que mirar el teléfono durante diez segundos equivale a caminar catorce metros sin mirar el entorno.
Se tuvo en cuenta también si el peatón respetó o no las señales de tránsito (semáforo, senda peatonal y mirar hacia ambos lados al cruzar) y se observó que ninguno de ellos cumplió con las tres premisas. En este sentido, Marcelo Aiello, gerente general de CESVI, destacó que “no estamos en contra de que los usuarios estén comunicados e interactúen en las redes. No vamos a contramano de la tecnología. Cuando se camina o conduce, la atención sólo debe estar en el entorno vial para evitar situaciones de riesgo que podrían culminar en un siniestro”.
Hay otros factores distractivos que se suman al del celular y también generan riesgos innecesarios para quienes vienen circulando: fumar, correr, hablar con otra persona y esperar el semáforo sobre la calle conforman el 60% de otras distracciones. Se analizaron también los tiempos al cruzar una calle. En promedio, un peatón tecnológico tarda dos segundos más que aquel que no utiliza tecnología. Además, los hombres cruzan más lento que las mujeres.
Si tenemos en cuenta el rango etario, CESVI Argentina observó que el comportamiento de las distracciones varía. Los menores de 24 años son los que más se distraen por escuchar música y enviar o recibir mensajes, mientras que los mayores de 45 lo hacen más por hablar por teléfono.
También se analizaron en conjunto las distracciones visuales (leer o enviar un mensaje) y las auditivas (escuchar música, hablar por teléfono, etc.), logrando determinar que las visuales generan que el peatón camine más lento y realmente se distraiga, ya que no acata las premisas de mirar ambos lados, respetar el semáforo y la senda peatonal. Sin embargo, en las distracciones auditivas sí logran respetarse, al menos, algunas de estas premisas.
Por último, de los peatones tecnológicos observados, el 21% no respetó el semáforo ni la senda peatonal. El 50% respetó sólo una de estas señales (semáforo o senda peatonal) y sólo el 29% respetó a ambas. CESVI concluyó que “es preocupante que ninguno de todos los peatones observados en este estudio miró hacia ambos lados para cruzar la calle”.