La Caja fue reconocida por su “Protocolo para prevención e intervención ante situaciones de violencia doméstica” en los Premios Mercurio y Premio Conciencia 2020. Cómo parte de su campaña “El valor de abrazarte en la inclusión”, La Caja fue premiada por su compromiso con las acciones que lleva adelante en términos de RSE en esta temática.
“Estos reconocimientos nos enorgullecen y nos demuestran que debemos seguir el camino de acompañar a nuestros empleados y empleadas para continuar construyendo una cultura inclusiva y diversa”. Así lo expresó Carla Ponce, gerenta de Empleos, Clima Organizacional y RSE de La Caja.
Premio Mercurio
En la 39° edición de los Premios Mercurio, La Caja fue galardonada en la categoría “Género” por llevar adelante una las mejores prácticas en términos de RSE, diversidad e inclusión. Además del protocolo, se destacó por la realización del foro por el “Día Internacional de la Mujer”. También por las acciones realizadas el 25 de noviembre, en el marco del “Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer”.
Premio Conciencia
Por su parte, en el marco de la 9° edición de los Premios Conciencia, La Caja recibió el premio en la categoría “Prevención y Cultura”. El mismo se entrega a aquellas empresas que realizan acciones y aportan valores para colaborar con una sociedad más sostenible. La aseguradora obtuvo el tercer puesto por su campaña.
La Caja realiza, desde hace varios años, un conjunto de actividades en el marco de su política de diversidad e inclusión. Entre ellas, el protocolo, un documento que durante el año 2019 se firmó en conjunto con la Comisión Gremial Interna (de la Asociación Bancaria) con el objetivo de difundir mecanismos de asistencia y asesoramiento a través de terceros especializados, tanto ONG como organismos del Estado. El mismo busca brindar herramientas de contención y asesoramiento a empleados y empleadas.
El objetivo del protocolo es apoyar a la persona que lo activa de todas maneras que están al alcance de La Caja: promover actividades de prevención y formación, estimar la necesidad de ayuda económica, considerar y gestionar la reubicación laboral si es que fuese necesario, y otorgar permisos especiales para no asistir a sus tareas. Siempre resguardando el derecho a la privacidad tanto de la persona como de su grupo familiar.
“Es fundamental generar iniciativas de acompañamiento sobre estas temáticas, que atraviesan a toda la sociedad, más en este contexto. Cada quien, desde su lugar, hace la diferencia para crear ambientes de trabajo más seguros que aseguren el desarrollo de capacidades y oportunidades iguales para todas las personas que formamos parte de La Caja”, concluyó Ponce.
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