A la decisión de Moody’s de mejorar el pronóstico del sector se le sumó Fitch, que acaba de anunciar el cambio desde “negativo” a “estable” de las perspectivas del reaseguro mundial de cara a 2022. También A.M. Best le asignó un pronóstico “estable”, según información que recogió el portal INESE.
Fitch
“Esperamos mejoras significativas en los resultados financieros de las reaseguradoras debido a la subida de los precios en un mercado que se está endureciendo, la fuerte recuperación de la actividad económica y la disminución de las pérdidas relacionadas con las pandemias. Estos factores positivos deberían contrarrestar los efectos negativos del descenso de la rentabilidad de las inversiones, el aumento de los siniestros por catástrofes naturales debido al cambio climático y el repunte temporal de la inflación”, resumió Fitch en su informe.
La agencia entiende las reaseguradoras que califica estuvieron, hasta ahora, en general bien posicionadas para absorber las pérdidas relacionadas con la pandemia. También consideró que la incertidumbre sobre las pérdidas finales está disminuyendo por tres razones principales. Ellas son los avances en la vacunación, las exclusiones de enfermedades infecciosas en los renovados contratos de contingencia y de interrupción de actividad y que los siniestros de interrupción de negocio que se notificaron hasta ahora en 2021 estuvieron dentro de las expectativas incluidas en las reservas.
Fitch espera que el ratio combinado del sector, normalizado por los grandes siniestros, mejore entre 2% y 3% en 2021 y entre 1% y 2% en 2022, a medida que el aumento de los precios vaya repercutiendo en los márgenes de suscripción. Sin embargo, consideró que “las subidas de precios se están ralentizando debido a la fuerte oferta de capital y a la recuperación de la rentabilidad”. “Esperamos que los precios ajustados al riesgo se mantengan prácticamente sin cambios en 2022”, señalaron desde la agencia.
Moody’s
En tanto, el aumento de los precios en medio de la recuperación económica mundial, las ganancias del sector y una capitalización que se mantendrá “sólida” fueron los argumentos que llevaron a Moody’s a elevar desde “negativa” a “estable” la perspectiva para el sector del reaseguro mundial.
“Los saludables aumentos de precios impulsarán unos beneficios más fuertes hasta 2022. La recuperación económica posterior a la pandemia y las recientes e importantes pérdidas por catástrofes alimentan una nueva demanda de reaseguro”, explicó Helena Kingsley-Tomkins, vicepresidenta y analista senior de la agencia.
“La capitalización del sector sigue siendo sólida. Los ratios de solvencia son resistentes en una serie de escenarios de estrés”, apuntó Kingsley-Tomkins, en información recogida por INESE.
Según Moody’s, los precios del reaseguro de daños siguen subiendo. Vienen impulsados por los recientes siniestros de catástrofes naturales y una reevaluación de los riesgos secundarios. Los precios se mantienen “fuertes” en la mayoría de los ramos debido a la mayor demanda, la evolución de los costes de los siniestros y el bajo rendimiento de las inversiones.
Por otro lado, la incertidumbre del efecto de la COVID-19 sobre los pasivos de las compañías disminuyó. “Sin embargo, los siniestros relacionados con la pandemia siguen afectando a los beneficios de algunos grandes reaseguradores en 2021. Se debe a unos siniestros de mortalidad más elevados de lo previsto”, se advirtió en el informe de Moody’s. “La pandemia hizo que las reaseguradoras adopten una postura más prudente respecto a la gestión del riesgo sistémico, incluidas las enfermedades contagiosas, los ciberataques y el cambio climático”, señaló la agencia.
A.M. Best
Por último, la perspectiva que asignó A.M. Best al sector del reaseguro mundial se mantuvo “estable”. La mejora de tendencias en los precios para la mayoría de los ramos compensa la creciente incertidumbre sobre los siniestros y la abundancia de capital.
Los acontecimientos de 2020, principalmente la pandemia y la mayor frecuencia de siniestros catastróficos de tamaño medio, tuvieron su repercusión en los tarifas. En general, según indicó el informe de la agencia, “las reaseguradoras fueron capaces de absorber el impacto excepcional de la pandemia a pesar de las importantes pérdidas. Sus balances siguen siendo resistentes. El negocio se renovó en condiciones más restrictivas y con mejores tarifas”.
Después de varios años de dificultades para cubrir su coste de capital, los principales actores empezaron a dar un giro. Sin embargo, advirtieron los analistas de A.M. Best, “sigue existiendo una gran incertidumbre sobre las considerables reservas de siniestros relacionados con la COVID-19, la mayoría de ellos incurridos, pero no declarados, que tardarán años en desarrollarse”.
La falta de alternativas de inversión en el entorno de bajos tipos de interés está impulsando la creciente atención a los resultados de la suscripción.
El mercado sigue estando bien capitalizado. La expansión de la titulización de activos vinculados a seguros (ILS) se ralentiza, pero sigue teniendo un papel fundamental. Según las últimas estimaciones de A.M. Best y Guy Carpenter, el capital dedicado en el segmento global del reaseguro era de aproximadamente 520 mil millones de dólares a finales de 2020.
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