La Cámara del Trabajo condenó a una ART a responder por la incapacidad psíquica sufrida por una mujer a raíz de un ataque sexual mientras se dirigía al trabajo.
Según informa Diario Judicial, en los autos “S. B. M. c/ Swiss Medical ART S.A. s/ accidente- Ley Especial”, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo determinó que la ART debe responder por la incapacidad psíquica que sufre la actora a raíz de un ataque sexual perpetrado cuando se dirigía al trabajo.
Los miembros del Tribunal confirmaron la sentencia que le atribuyó un 20% de incapacidad psíquica a la demandante, ya que se comprobó una considerable merma en la salud mental de la trabajadora ligada al evento traumático padecido por las indudables secuelas que conllevan haber sufrido un intento de ataque sexual en su trayecto al trabajo.
Los jueces sostuvieron que la trabajadora fue víctima de un hecho cuyos efectos nocivos no escapan al sentido común y las características traumáticas del evento padecido por la actora ameritan sobradamente la calificación señalada en la sentencia de grado.
Sobre los argumentos vertidos por la parte demandada, los camaristas resaltaron que “lo que aquí se examina son las secuelas psicofísicas de un hecho violento que ocurrió cuando la actora se dirigía a su lugar de trabajo y que ocasionó politraumatismos en la columna cervical, espalda, rodilla derecha y oído derecho”.
En esa línea, en relación al peritaje que concluyó que la mujer cuenta con herramientas psíquicas para continuar su vida, los magistrados detallaron que “las personas expertas en medicina no son quienes fijan la incapacidad, sino que solamente la sugieren y la valoración que realizan en las conclusiones del examen resultan el fundamento adecuado para la determinación de la minusvalía que se ordena reparar”.
La mujer se desempeñaba como vendedora en una pastelería y sufrió un intento de abuso sexual cuando esperaba el tren, en la estación Paso del Rey de la localidad de Moreno, cerca de las seis de la mañana. El abusador le dio golpes en la espalda y la cabeza, y pudo ser auxiliada por dos personas que escucharon sus gritos.