La asociación civil Luchemos por la Vida informó que en las rutas francesas secundarias se bajó la velocidad máxima permitida de 90 a 80 kilómetros por hora desde julio de este año. Al anunciar la medida, el primer ministro francés Edouard Philippe declaró que “ahorraremos 300-400 vidas al año” y destacó que “reducir el número de muertes por accidentes de tránsito es uno de los pilares de las políticas públicas”.
Tras meses de debate político continuo y votaciones en contra, las autoridades tomaron esta decisión. “Una medida drástica que es necesaria para remediar lo que hoy podría denominarse el estancamiento en la disminución de los niveles de mortalidad de camino”, explicó una de las voces a favor, Chantal Perrichon, presidente de la Liga contra la Inseguridad Vial.
En la Argentina, hace más de un año, Luchemos por la Vida envió a todos los legisladores, tanto nacionales como de la Ciudad de Buenos Aires, y demás autoridades una propuesta de modificación de la legislación vigente para reducir las velocidades máximas.