El origen de la crisis

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El segundo trimestre del año marcó el inicio de la recesión que se anticipa tanto desde las consultoras como desde la conducción económica. A la brusca caída del sector agropecuario a raíz de la sequía, se sumó la desaceleración de los principales sectores de la actividad, desaceleración que comenzó en abril y se profundizó en mayo. Tras la brusca devaluación del peso que afectó la cadena de pagos, el abastecimiento y la capacidad de compra del consumidor, puede anticiparse una profundización del declive del PBI en lo que resta del año.

El INDEC dio a conocer el Estimador Mensual de Actividad Económica de abril con una caída interanual del 0,9% y del 2,7% desestacionalizada respecto a marzo. Por su parte, el Estudio Ferreres estimó ya la caída de mayo en 2,8% interanual. La caída de la actividad industrial, según FIEL y el INDEC, alcanzó en mayo al 0,9%.

Las cifras del INDEC revelan claramente la marcha del ciclo económico. Mientras que en 2017 se observó un crecimiento de la actividad del 2,9% (que apenas superó la caída observada en 2016) y en febrero el ritmo de expansión interanual alcanzaba el 4,5%, en marzo había caído al 3,6% y el último dato mostraba una suba interanual de apenas el 2,9%. Puede proyectarse, como lo estimó el Estudio Ferreres, que en mayo la variación interanual pasó a ser significativamente negativa y que en junio se profundizó esa tendencia.

La conducción económica proyecta un crecimiento del 0,4% del Producto durante 2018 -lo que implica una caída del PBI per cápita, ya que la población crece más del 1% anual- basándose en la marcha de la economía durante el primer trimestre del año, cuando el crecimiento se sustentó en el brusco crecimiento de la obra pública y del crédito social con atraso cambiario, que el gobierno puso en marcha con vista al año electoral. Estos desbordes, en el contexto de déficit externo y sobreendeudamiento del BCRA a través de las Lebacs, crearon las condiciones para el estallido cambiario de mayo, que obligó a pedir auxilio al FMI y dio paso a la estampida inflacionaria con recesión que caracterizan la actual coyuntura económica.