La columna de Horacio Lachman.
Si bien diciembre es un mes de estacionalidad inflacionaria, el hecho de que el Indice de Precios al Consumidor diera un aumento superior en unas décimas al de noviembre y una inflación núcleo superior al 3% generó observaciones en los analistas más cuestionadores del modelo.
Pero, especialmente, lo que llamó la atención es que el Gobierno resolvió redoblar la apuesta disponiendo la reducción de la pauta de devaluación del peso del 2 al 1% mensual.
Nuevos obstáculos
El desafío planteado vuelve a generar incertidumbres y se abre nuevamente una pulseada que se irá desarrollando en los próximos días entre los que aseguran que se tomó la decisión adecuada para seguir atacando la inflación y, por otro lado, los que afirman que un dólar tan barato atenta contra las reservas de divisas y la marcha del balance cambiario.
Como contrapartida, el ascenso a la presidencia de Donald Trump, amigo y con muchos amigos en el Gabinete, puede compensar esas mayores preocupaciones.
Inversores
Los mercados financieros reflejan, por ahora, una mayor preocupación de los inversores.
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