Todo Riesgo TV dialogó con Andrés Quantin, gerente general de Mercantil Andina, sobre las novedades de la compañía, los cambios introducidos por el nuevo contexto y la actualidad general del mercado. “Mercantil Andina tiene una particularidad: la previsibilidad de sus conductas. Está muy cerca del productor asesor de seguros y de los asegurados. Tenemos una estabilidad de políticas, funcionarios y representantes en cada rincón del país. Creo que se construye un vínculo que a veces es difícil de explicar. Hay una cultura y las culturas son difíciles de explicar. Te puedo hablar de que pagamos bien los siniestros y hay muchos que lo hacen; acortamos la vida de los siniestros y hay muchos que lo hacen; tenemos buenos medios digitales y hay muchos que lo tienen. Pero creo que está ese ADN en nuestra cultura y en esta vocación de servicio. Somos una empresa de puertas abiertas y esto es algo que siempre destacan. Hablamos con productores todos los días, de manera abierta. Estamos bien dispuestos frente a cualquier problema o eventualidad que les surja”, señaló el directivo.
Nueva imagen
“El 1° de agosto lanzamos la nueva identidad visual de Mercantil Andina. Es un proceso que nació de todo lo que estamos viviendo con la digitalización. La idea surgió pre-pandemia. Es un trabajo que se viene realizando desde hace un poco más de un año y medio”, afirmó Quantín sobre el anuncio que hizo la compañía hace pocas semanas. Luego, añadió que “es una identidad visual nativa digital. Teníamos una identidad visual de la década del noventa, cuando la digitalización no estaba. Era un logo, una identidad visual difícil de manejar desde lo digital y con un aspecto más transaccional. Nos fuimos hacia una identidad nativa digital, con un concepto de ‘Comunidad Andina’ que tenemos muy presente. Es un concepto integrado por las personas con los valores que tiene Mercantil Andina en estos casi 100 años. Es decir que es una identidad que nos lleva a lo nuevo, a la nueva identidad nativa digital y a toda nuestra trayectoria, cultura e historia. Cumplimos 100 años en dos años”.
“El cambio fue muy bien recibido por la red de productores debido a que todas las transacciones, y la póliza digital ahora, tienen una identidad mucho más legible, ágil y branding. Y queda esta modernización del manejo digital de la marca y un sello que te engloba nuestra naturaleza y origen, que es la cordillera de Los Andes en un sello circular que engloba esta comunidad”, explicó el ejecutivo.
Quantín remarcó que “fue muy bien recibido por toda la comunidad y sobre todo en momentos de pandemia cuando todo tiraba un poco para abajo y nos surgió la necesidad y la creatividad de mirar hacia el futuro. Y de hacerlo de una manera digital, porque ya antes hablábamos de digital para nuevas generaciones y creo que ahora es lo digital para todas las generaciones. La pandemia obligó a insertarse sí o sí en lo digital. Es una manera de englobar todo este concepto dentro de la Comunidad Mercantil Andina”.
Productores
Por otro lado, Quantín comentó que “el mercado, en general, atravesó la pandemia de una manera muy exitosa dentro de todo lo malo gracias a los productores. Vendemos todo a través de ellos. Para nosotros son el pilar fundamental. Gracias a Dios tenemos el acompañamiento del crecimiento de los propios productores y se acercan diariamente productores nuevos a trabajar con nuestra compañía por su servicio y su cultura”.
En ese sentido, el directivo de Mercantil Andina destacó que avizora un nuevo desafío conjunto, tanto para compañías como para productores: el restablecimiento de relaciones una vez finalizada la pandemia. “Algunas cosas no van a volver a ser como antes. Tampoco va a ser como fue durante las restricciones. Hay un nuevo capítulo en la relación y en el vínculo. Productor y compañía debemos salir de esto tan transaccional que fue la pandemia, porque lo digital no es solo lo transaccional sino que debemos estar cerca de manera digital y de manera híbrida”, afirmó.
Asimismo, Quantín destacó que están acompañando a los productores en esta nueva etapa “digitalizando, informando y corrigiendo todos los procesos. Sobre todo facilitándole la comunicación con sus asegurados, la disponibilización de información con sus asegurados. Pero sobre todo vemos que viene un proceso de transformación muy importante para los productores también en la relación con los asegurados porque, siendo realistas, la digitalización ya no trae una zonificación determinada para los productores. Vendemos a través de los productores, pero hoy ellos no están limitados a una zona geográfica sino que tienen, a través de los medios digitales, amplia inserción en cualquier territorio”.
“Creo que en los próximos meses y años vamos a ver cómo se va a ir acomodando todo esto, porque la pandemia nos encerró y, una vez que se corte, vamos a ver cómo es la apertura. Cambia mucho la presencialidad. El contacto presencial se va a ver disminuido. Hay que ser muy específico con el asegurado y el cliente que quiere todo muy rápido: información muy rápido y solución muy rápida a sus necesidades”, consideró Quantín.
Canales digitales
En relación al proceso de digitalización en relación con la venta, el gerente general de Mercantil Andina destacó que “todo hoy se maneja de manera digital en el mercado de seguros. Las pólizas las entregamos de manera digital, las cotizaciones las hacen los productores de manera digital y los siniestros y las denuncias se cargan de manera digital (los cargan el asegurado o el productor). La venta digital está insertada ya como algo normal. Desde el punto de vista de que hoy los productores están vendiendo desde su casa y estuvieron un año y medio sin concurrir a la oficina y el público sin ir a las oficinas, toda la venta fue digital de alguna manera”.
“Si vos te referís a las insurtech, creo que se vieron un poco disminuidas porque todo empezó a ser más digital. Lo que era una excepción para las insurtech, hoy es prácticamente algo normal y hay productores que están funcionando como insurtech sin creerse insurtech”, agregó Quantín.
Asimismo, el directivo comentó que “se ven productores que están vendiendo desde Mar del Plata para La Pampa y toda la provincia de Buenos Aires a través de teléfonos, de medios digitales, de Instagram. Toman contacto y después realizarán la venta o el asesoramiento vía digital. Pero ya los productores no tienen territorialidad. El aspecto geográfico quedó abierto para todos”.
Innovación y tecnología
“La gran deuda del mercado es disponibilizar sus procesos de manera digital para interactuar en ecosistemas digitales. Tenemos que ‘apificar’ nuestra comunicación. Una API es lo que digitalmente conecta con otros softwares o con otros ecosistemas digitales el vínculo de la compañía. El mercado, un poco como les pasó a las fintechs y los bancos, teníamos poco apificado. Así que estamos todos en una carrera de apificar productos. Significa que los medios digitales puedan tomar, de manera sencilla, los productos y procesos de la compañía”, explicó Quantín.
“Esos medios digitales pueden ser productores o brokers que trabajen con comparadores. Para disponibilizar productos, antes tenías desarrollos de años con webservices y desarrollos individuales. Hoy, todo lo que te piden las insurtech o quienes disponibilicen de manera digital es una API de vinculación. Es un término digital muy sencillo, como un conector que enchufa los datos y simplifica todo. Pero hay que hacerlo y hay que digitalizar y apificar todos los procesos de la compañía para poner los procesos a disponibilidad del exterior de la compañía: que un proceso de cotización, de emisión, lo pueda realizar un medio digital”, remarcó el ejecutivo.
Guerra tarifaria
Por otro lado, el gerente general de Mercantil Andina advirtió que “de guerra tarifaria hablamos siempre en este mercado. No sé si lo llamaría como que estamos frente a un peligro. Creo que estamos frente a una corrección necesaria. Pasaron varios factores. El primer factor importante que hubo es la pandemia, con una baja importante de la actividad económica y una baja de la movilidad. En el ramo automotores, que es en el que más se habla de guerra tarifaria, esto trajo una baja de frecuencia siniestral importante, sumado a la crisis económica y a un importante aumento en los valores de sumas aseguradas. Lo cual hace una ecuación en la que en el último año las sumas aseguradas aumentaron un 120% y los seguros entre un 50 y un 60%. Es decir, no acompañaron la variación de las sumas aseguradas, pero también la frecuencia fue más baja. Lo que está pasando ahora es que la frecuencia siniestral comenzó a subir y a estar en valores cercanos a la pre-pandemia. Con las frecuencias normales, los precios necesitan ser corregidos. Todo el mercado lo está viendo y nosotros ya lo estamos empezando a hacer”.
Según Quantín, “también hubo otra realidad y es que el asegurado, en un momento de caída económica y de escasez de movilidad, no podía pagar más tampoco. Es decir, también si hubiéramos actuado manteniendo los precios para el futuro y hacíamos estas actualizaciones, hubiera habido una caída muy importante del parque asegurado. Creo que llega un punto que con la movilidad y la reanudación de la actividad, es el momento de empezar a corregir porque la frecuencia nos lleva a eso. No hay autos, los autos publicados no se consiguen en esos precios, hay pocos repuestos, hay una serie de factores que llevaron no solo la frecuencia sino el impacto de los costos de los siniestros más arriba”.
Siniestralidad
“En automotores hay dos partes siniestrales que son muy claras: cola corta, que son los impactos que se pagan rápido (todos los daños a casco, daños parciales, robo parcial, robo total y destrucción total) y hay de cola larga (responsabilidad civil). De responsabilidad civil se están recibiendo reclamos, pero al haber menos movilidad hubo menos impacto de daños y los reclamos van entrando con un tiempo mayor de espera. Ahora lo que te mueve rápidamente la necesidad de flujo de dinero son los de cola corta, que son los de daños parciales o los que implican pagar sumas aseguradas o repuestos. Eso está creciendo a los valores que dije anteriormente. La frecuencia hoy está, en nuestro caso, un 10% por debajo de la pre-pandemia. Esto tuvo picos de acuerdo a las restricciones. En marzo aumentó la frecuencia e igualó a la de pre-pandemia y después bajó por las restricciones de abril y mayo. Ahora está subiendo nuevamente y esperemos que se estabilice dentro de poco a los niveles de pre-pandemia”, señaló el directivo.
Asimismo, Quantín detalló que “en el resultado de largo plazo, la siniestralidad está en alrededor del 65% o 70%, depende de los valores que tomemos. Impacta muy rápidamente en las necesidades de flujo de dinero para hacer frente a lo que viene. Tenemos siniestros de responsabilidad civil con actualizaciones, con la inflación que venimos teniendo en los últimos dos años, que van a ser importantes”.
Judicialidad
“Con las sentencias judiciales tenemos un problema de hace años con los límites actualizados. En 2014, 3 millones de pesos era el límite, después fue cuatro. En 2017 fue a diez y ahora está en 17,5 millones de pesos. El problema que trae aparejado esto es que cada nueva sentencia se actualiza a los nuevos límites. Es decir que cuando uno tuvo el cálculo actuarial para un límite de 10 millones de pesos, como fue el caso hasta antes del 1° de abril que se actualizó el último límite, uno cobró una tarifa determinando 10 millones de límite de contrato”, indicó el ejecutivo.
“Al actualizarse el límite, las sentencias dicen que el nuevo límite es de 17,5 millones de pesos y sentencian en base al nuevo límite. Nos mueven no sólo la siniestralidad hacia adelante sino las sentencias hacia atrás. También se actualizan con los límites más las tasas de interés correspondientes. Tenés como una doble imposición a la actualización que no está calculada en los factores actuariales cuando se calcula el precio de las pólizas”, criticó Quantín.
Modalidad de trabajo
Para el final, el gerente general de Mercantil Andina dio su perspectiva en relación al futuro del trabajo. “Creo que se va a ir a un híbrido. Es necesario volver a la presencialidad en el corto plazo o en el mediano plazo para reestablecer un poco y volver a formar equipos de trabajo y que estos se reacondicionen a una forma de trabajo híbrida. El home office o el trabajo remoto trajo mucha productividad al inicio, pero fue tremendo cómo bajó la productividad hacia fines del año pasado y en este año. Hay problemas de productividad en general. Nosotros estamos actuando en las burbujas como indica el protocolo del Sindicato del Seguro y lo que buscamos es ir hacia la presencialidad. En un futuro, queremos ir hacia un sistema híbrido de 3×2 o 2×3. De hecho, los niveles jerárquicos estamos yendo presencial prácticamente todos los días”, contó.
A su criterio, Quantín afirmó que se va hacia un sistema híbrido. “Creo que no vamos a volver a la presencialidad total como teníamos ni a un trabajo remoto total. No está la ventaja total ni en uno ni en el otro. Las dos cosas tienen sus grandes desventajas y sus grandes ventajas y el sistema híbrido es lo que va a estar definiendo la situación”, concluyó.
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