Los países desarrollados pueden iniciar en este 2017 el tránsito hacia una mayor laxitud fiscal que acompañará a la paulatina normalización de la política monetaria. Esta es una de las previsiones incluidas en el informe “Panorama económico y sectorial 2017” del Servicio de Estudios de Mapfre. Se trata del primer informe anual de perspectivas preparado por esta nueva unidad de análisis, que busca contribuir en los debates públicos sobre macroeconomía y finanzas, seguros y previsión social y regulación. Es previsible que los efectos de esta política fiscal de tipo expansiva sean asimétricos, ya que ni todos los países estarán en condiciones de implementarla ni todos se verían beneficiados al hacerlo, de acuerdo a la aseguradora.
Manuel Aguilera, director general del Servicio de Estudios, explicó que “la aceleración del crecimiento económico en los Estados Unidos estará unida a un repunte en las sendas de tipos de interés y a un endurecimiento de la política monetaria que podría afectar el desempeño de las economías emergentes”. En términos de evolución económica a nivel global, 2017-2018 ofrece una perspectiva de aceleración del crecimiento, pero continuará siendo moderado, divergente y frágil.
Por el lado de la economía española, se prevé que experimente en 2017 y 2018 una desaceleración paulatina y moderada de la demanda doméstica, lo que conducirá a un crecimiento del PBI un poco menor que el registrado en los dos últimos años. El informe identifica también determinados riesgos globales que pueden introducir un sesgo a la baja a estas previsiones macroeconómicas. Algunos de estos riesgos tienen que ver con las consignas al proteccionismo y a la reversión de la globalización en las cadenas de producción y de valor de la nueva administración estadounidense, los problemas soberano-financieros de Europa, la debilidad estructural de los mercados emergentes, y las debilidades de los sectores residencial y financiero en China.
En el caso de la industria de seguros global, se prevé una aceleración del negocio a lo largo de 2017-2018, tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes, siendo este último bloque el que lidere la senda del crecimiento en la medida en que en esos países la brecha de protección del seguro es aún amplia y las necesidades de convergencia resultarán en crecimientos mayores. Por último, se destaca que la previsión de desempeño del negocio no vida sea menos vigorosa (aunque positiva) que el desempeño total del sector a lo largo de los siguientes dos años.