Todo Riesgo dialogó con Jesús Prieto, gerente general de Reaseguradores Argentinos SA (RASA).
¿Podés hacer una breve síntesis de la trayectoria de RASA?
RASA tiene la particularidad de ser un reasegurador nacional histórico. ¿Por qué lo denomino así? Porque nace con el sistema de la Asociación Argentina de Cooperativas y Mutualidades de Seguros, con la liberación del mercado de reaseguros en la época del INdeR. En aquel momento creamos una oficina de corretaje denominada Stop Loss Bureau de Reaseguros. Se trató de una primera etapa que sirvió para solucionar problemas en el mercado argentino a empresas pequeñas y medianas del sector asegurador. Creamos también en ese momento un pool de facultativos en el que había interacción entre las entidades: algunas cedían y otras aceptaban los riesgos. Dimos solución a los pequeños riesgos que eran imposibles de colocar internacionalmente. Así nos fuimos desarrollando en toda esa etapa de la década del ‘90 y competimos con el mercado internacional. En los años 2000 acrecentamos ese pool y creamos una financiera con un fideicomiso específico para retener allí las primas y pagar los siniestros. En 2011, el Gobierno creó el régimen de reaseguros nacional. Así fue que un año después creamos RASA. El pool tradicional forma parte de este reasegurador como retrocesionario propio. Lógicamente, desarrollamos RASA para dar capacidad a las empresas según sus necesidades.
¿Cómo podrías definir la posición actual de RASA en el mercado reasegurador argentino?
El mercado fue muy cambiante en los últimos cinco años. Se cambió del reaseguro nacional a una liberación parcial del mercado. RASA estuvo trabajando en todo este interregno tratando de mantener justamente sus reaseguros con las aseguradoras tradicionales. Hoy tenemos 31 empresas que son cedentes de RASA. Todas reaseguran el 100% de sus riesgos con nosotros y les damos las capacidades necesarias para competir en el mercado. De acuerdo con la proyección comercial que tengan, les creamos el reaseguro que necesitan para que se desarrollen y crezcan. Es un mercado muy competitivo, pero también con dificultades económicas.
¿Qué balance hacen sobre su operatoria en Paraguay?
La idea del ingreso a Paraguay fue desarrollarnos más ampliamente. Pero el capital propio que exige la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) nos llevó a ajustarnos más en el mercado argentino para poder cumplimentar los 350 millones de pesos exigidos al 31 de diciembre del presente año. Hoy podemos decir con orgullo que sobrepasamos ese límite. En otra etapa, que justamente es la que se inicia, apuntamos a crecer nuevamente en Paraguay, la focalización que teníamos en una primera instancia y que dejamos de lado para priorizar las exigencias de la SSN. Prepararemos a la empresa para el avance que queremos tener en Paraguay durante los próximos años.
¿Cuáles son los objetivos de RASA para el ejercicio 2019/2020?
Los objetivos son un poco difíciles de mensurar ahora con el cambio de gobierno y la situación económica. Obviamente, la idea es seguir dando servicios a nuestras empresas clientes, mantener las empresas que tenemos y poder crecer mesuradamente. Tenemos que adaptarnos a las nuevas circunstancias del país y ver qué medidas toma el nuevo Gobierno.
¿Cómo impactó la situación económica en RASA?
Nos impactó como a todo el país. Tuvimos etapas en las que solucionamos financieramente la situación de las empresas, tal como lo hizo el resto del mercado. Haber tenido crecimiento nos permitió proyectar y ejecutar la compra de un piso propio, que no lo teníamos hasta ahora.
Más allá del contexto económico, ¿cómo evaluás la situación actual del mercado de reaseguros local?
Hay que ver qué es lo que sucede a partir del cambio de gobierno. Seguramente, los operadores nacionales vamos a poder estar un poco más tranquilos, independientemente de las dificultades que existen para transferir divisas hacia el exterior, un tema que no es menor para los reaseguradores. Estamos en un momento crítico que puede desencadenar en cesación de pagos y falta de coberturas.